Como cada temporada electoral en el mundo de la política, hay figuras que destacan por su habilidad para confundir a la audiencia con sus palabras vacías y contradictorias. En este caso, los juanes, Patrón y Mejía, parecen competir por el premio al político más incoherente y loco, al estilo de la famosa Chimoltrufia. Sus declaraciones están llenas de frases sin sentido, contradicciones y evasivas, dejando a la ciudadanía en la incertidumbre y la desconfianza.

Y si los chimoltrufios con eso que dijeron que aspiraban a la alcaldía pero que ya no aspiran a eso pero sí aspiran a la diputación que antes no aspiraban pero que sus líderes les dijeron que sí aspiren, bueno, la idea es esa.

Al igual que la Chimoltrufia, Patrón y Mejía utilizan frases confusas y contradictorias para evitar dar respuestas claras. La famosa frase de la Chimoltrufia, “Pos pa’ qué te digo que no, si sí”, resume perfectamente la actitud de estos políticos. Prometen una cosa y luego hacen lo contrario, sin importarles las consecuencias. Son expertos en el arte de decir una cosa y hacer otra, dejando a la ciudadanía en la incertidumbre y la desconfianza. Pues según ellos no había más rumbo que la alcaldía, pero que siempre no porque quieren legislar.

Otra frase destacada de la Chimoltrufia, “No nos hagamos tarugos, pos ya sabes que yo como digo una cosa digo otra, pues si es que es como todo, hay cosas que ni qué, ¿tengo o no tengo razón?”, refleja la falta de compromiso y la falta de claridad en los rumbos políticos de Patrón y Mejía. Pareciera que están dispuestos a decir cualquier cosa con tal de obtener la bendición, sin importar si es coherente o no.

Además, al igual que la Chimoltrufia, ambos juanes tienen una tendencia a hablar sin decir nada. Utilizan frases como “pero volviendo al principio inicial del comienzo de donde estábamos empezando” para dar vueltas y no responder directamente a las preguntas. Pareciera que su objetivo es confundir y desviar la atención, en lugar de ofrecer respuestas claras y concretas. Si era diputación, no había necesidad de tanta vuelta.

Es preocupante ver cómo estos políticos utilizan el lenguaje al estilo de la Chimoltrufia para manipular y confundir a la ciudadanía. Utilizan frases vacías y contradictorias para evitar comprometerse y evitar dar respuestas claras. Pareciera que su principal objetivo es mantenerse en el poder, sin importarles el bienestar de la población.

Hoy podemos decir que la verdadera contienda es por saber quién se queda con el título de la Chimoltrufia política en Sinaloa. A la raza no hay que decirles lo que no es y esa acción de tirar a todos lados a ver qué les toca como que ya pasó de moda y si no, veremos qué pasa en las urnas. Ahí no hay personajes, ahí no hay incongruencias, no hay dobles discursos. Si desilusionas a tus seguidores, te chingas.

En conclusión, los juanes, Patrón y Mejía, se han convertido en expertos en el arte de la incoherencia y la evasión, al estilo de la famosa Chimoltrufia. Sus declaraciones están llenas de frases sin sentido y contradicciones, dejando a la ciudadanía confundida y desilusionada. Es hora de exigir políticos con propuestas claras y coherentes, que realmente se preocupen por el bienestar de la población y no solo por su propio interés.

Y todo esto, según yo.