La diputada Gloria Himelda Félix Niebla, ha demostrado una falta de coherencia en su trayectoria política que resulta preocupante. Durante un largo periodo de tiempo, se mantuvo firme en su defensa al PRI y no escatimó críticas hacia los gobiernos morenistas. Sin embargo, en un giro inesperado, ha decidido declarar su apoyo a Claudia Sheinbaum y al partido Morena. Esta repentina lealtad hacia un partido al que antes criticaba levanta sospechas sobre sus verdaderas convicciones políticas.

Es evidente que la lealtad de la diputada está condicionada por sus intereses personales y no por una genuina convicción política. Resulta difícil creer que haya cambiado de opinión de manera tan radical, sin que exista algún tipo de beneficio personal detrás de esta decisión. Es lamentable que los políticos de nuestro país se dejen llevar por sus propios intereses en lugar de actuar en beneficio de la ciudadanía.

La lealtad en la política es un valor fundamental que debería regir las acciones de nuestros representantes. Sin embargo, casos como el de la diputada Gloria Himelda demuestran que la lealtad puede ser fácilmente manipulada y utilizada como una herramienta para obtener beneficios personales. Esto genera desconfianza en la clase política y socava la credibilidad de nuestras instituciones.

Es necesario que los políticos actúen con honestidad y transparencia, poniendo los intereses de la ciudadanía por encima de los propios. La lealtad hacia un partido o hacia un líder político no debería estar sujeta a cambios repentinos y sin justificación. Los ciudadanos merecen representantes que actúen con coherencia y que sean fieles a sus principios, sin importar las circunstancias.

En conclusión, la falta de coherencia y la lealtad condicionada de la diputada Gloria Himelda Félix Niebla hacia el partido Morena y Claudia Sheinbaum es un claro ejemplo de cómo los intereses personales pueden influir en la política. Es necesario que los políticos actúen con honestidad y transparencia, demostrando una verdadera lealtad hacia los principios y valores que prometen representar. Solo así podremos construir un sistema político sólido y confiable.