Morena se encuentra en una encrucijada, y la tensión es palpable a medida que el partido enfrenta sus primeras crisis a seis meses del inicio del sexenio de Claudia Sheinbaum. En este contexto, Ricardo Monreal, líder de los diputados de Morena, ha lanzado una seria advertencia sobre el riesgo de división dentro del movimiento, señalando que el verdadero peligro proviene no de sus adversarios, sino de las etiquetas que se han comenzado a imponer al interior del partido.

La reciente controversia en torno a la senadora Andrea Chávez, quien ha sido acusada de actos anticipados de campaña por colocar su imagen en ambulancias en Chihuahua, ha encendido aún más las llamas de la discordia. Monreal, en un artículo de opinión, reflexiona sobre cómo la clasificación de los miembros del partido en categorías como “claudistas”, “obradoristas” y “conservadores” solo exacerba la polarización interna. “Pretender dividir a las compañeras y los compañeros de lucha en categorías solo contribuye a la polarización”, escribió.

El diputado enfatizó que la imposición de estas etiquetas puede asfixiar la capacidad de Morena para renovarse, impidiendo la llegada de nuevos perfiles y liderazgos que son esenciales para el futuro del partido. “Renovarse no es traicionarse; es asegurar la continuidad de un proyecto sin que pierda su esencia”, argumentó, subrayando que la incorporación de figuras provenientes de otros partidos o de la sociedad civil no debe ser vista con desconfianza.

La situación es aún más complicada, ya que las críticas a Chávez no son el único desafío que enfrenta el partido. La afiliación de personajes polémicos como Miguel Ángel Yunes ha generado más divisiones y cuestionamientos sobre la dirección que está tomando Morena. Además, en las últimas semanas, ha habido bloqueos y modificaciones a iniciativas que provienen del Ejecutivo, como la reforma al ISSSTE y cambios de último minuto en la reforma sobre nepotismo, lo que refleja una falta de cohesión dentro del grupo.

Monreal concluye su llamado a la unidad en un momento crucial para el partido. La necesidad de conservar la cohesión y respaldar a la presidenta Sheinbaum se hace evidente, sobre todo en un entorno político donde las divisiones pueden ser fatales.

La advertencia de Monreal resuena como un eco en un partido que ha prometido ser un espacio de inclusión y cambio. ¿Logrará Morena superar estas diferencias internas y mantener su unidad, o se fragmentará ante las tensiones que amenazan con desbordarse? Solo el tiempo lo dirá, pero lo que es innegable es que la lucha por la cohesión y la renovación dentro del partido está lejos de haber terminado.

Con información de PolíticoMx.

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