La diputada federal Graciela Domínguez Nava participó en el foro: “La importancia del Asesor Técnico Pedagógico en la Nueva Escuela Mexicana”, organizado por la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, y resaltó en su mensaje la importancia de fortalecer los ATP, pues no son burócratas con título decorativo, sino educadoras y educadores cuyo acompañamiento directo en las aulas es indispensable para implementar el modelo de la Nueva Escuela Mexicana.
Este foro, organizado por la Diputada sinaloense Danisa Flores Ojeda, atendió un tema estratégico del sistema educativo mexicano; que es el acompañamiento pedagógico en educación básica, y por ello acudieron ATP de todo el país. De Sinaloa hicieron uso de la voz las maestras Ana Elisa Vega Lugo y Domenica Marveya Olivas Chávez, de zonas escolares de Culiacán.
La Diputada Graciela Domínguez estuvo como ponente por su experiencia como Secretaria de Educación Pública y Cultura en Sinaloa, y en su calidad de integrante de la Comisión de Educación. En su mensaje señaló que el Estado mexicano ha fallado durante décadas en reconocer, valorar y fortalecer a quienes realizan el acompañamiento pedagógico.
“Las y los ATP no son burócratas con título decorativo. Son educadoras y educadores en pleno ejercicio de su derecho a acompañar, a pensar junto con otros, a transformar prácticas, y a formar redes de aprendizaje colectivo. Son sembradores de autonomía, pensamiento crítico y transformación de aula en aula, escuela por escuela, así lo estipula la Nueva Escuela Mexicana”,señaló Graciela Domínguez.
Indicó que los principales problemas que enfrentan son la falta de certeza laboral, la sobrecarga de funciones administrativas, la falta de formación específica, y un lugar claro en el organigrama del reconocimiento público.
“Creo que tenemos que consolidar la justicia educativa. Claro que es tiempo de romper con los rezagos neoliberales que redujeron al acompañamiento pedagógico, a una función instrumental, estandarizada, sin alma ni territorio. El enfoque tecnocrático de “asesoría” como aplicación de recetas únicas ha sido desmentido una y otra vez por la realidad plural y desigual de nuestras escuelas”, expresó la diputada.
Añadió que de acuerdo con la Nueva Escuela Mexicana, el acompañamiento debe asumirse como una praxis emancipadora, no como vigilancia, fiscalización o simulación.
“Como diálogo entre iguales, como construcción colectiva de saberes, como herramienta para resignificar el acto de enseñar y aprender. Un enfoque que ponga en el centro la formación situada, el análisis crítico de la práctica, la diversidad de contextos escolares y el respeto a los saberes de las y los docentes”, explicó Graciela Domínguez.
Reflexionó que la Nueva Escuela Mexicana no podrá consolidarse sin la participación, profesional y reconocida de las y los ATP, pues son ellos quienes, con conocimiento del territorio, cercanía con los colectivos escolares y comprensión profunda de las realidades locales, pueden acompañar la concreción de los principios de inclusión, justicia social, pensamiento crítico y formación integral que postula este nuevo modelo educativo.
“Sin ATP fortalecidos, capacitados y dignificados, la Nueva Escuela Mexicana corre el riesgo de quedar en el plano del discurso. Los necesitamos como protagonistas de esta transformación educativa desde abajo, desde lo cotidiano, desde el aula y la escuela. En ese sentido, es necesario alzar la voz contra la Ley del Servicio Profesional Docente, que deshumanizó al ATP y lo sustrajo de funciones sustantivas, burocratizándolo. Pero también, contra la Ley que dio origen a la USICAMM, que los despojó de sus derechos laborales”, señaló la legisladora.
Explicó que cuando la presidenta Claudia Sheinbaum habla de abrogar la ley de USICAMM, se refiere sobre todo a los problemas que provocó su promulgación, particularmente en materia de derechos laborales. Aclaró que no significa dar marcha atrás en los avances logrados, sino que los procesos de admisión, promoción y reconocimiento sean públicos, transparentes, equitativos e imparciales.
“Debemos resolver las afectaciones de esta ley, como la situación laboral que hoy viven cientos de ATP. En Sinaloa, 159 Asesores Técnicos Pedagógicos quedaron con procesos inconclusos, varados en una zona gris laboral desde 2019 tras la abrogación de la Ley General del Servicio Profesional Docente”, señaló la diputada sinaloense.
Recordó que las y los trabajadores ingresaron por la vía legal, haciendo evaluaciones, participando en procesos de inducción, y obtuvieron un incentivo económico ligado a su función. Pero con la derogación de la ley y el cambio al modelo de “reconocimiento temporal”, quedaron sin categoría definitiva, sin derechos adquiridos y con un incentivo que no garantiza su estabilidad.
“Estamos hablando de 153 ATPs de sostenimiento federal y 16 con sostenimiento estatal, sólo en mi estado Sinaloa. Pero son miles en todo el país que desde hace más de cinco años buscan su legítima categoría. Sin embargo, han sido ignorados por las instituciones. Incluso la Suprema Corte de Justicia de la Nación, resolvió en contra de reconocer la categoría de estos compañeros que quedaron en ese limbo jurídico”, lamentó.
Para terminar, Graciela Domínguez propuso implementar un mecanismo especial de regularización administrativa y laboral para los ATP en proceso inconcluso, tomando como base su experiencia, evaluaciones y desempeño, en el marco de la discusión de la nueva Ley Docente, y además abrir un debate sobre el estatus y la figura del ATP, así como una serie de regulaciones de sus labores administrativas.
“No hay transformación educativa sin justicia para quienes acompañan la transformación desde dentro. Es tiempo de hacer del acompañamiento pedagógico no un accesorio del sistema, sino su columna vertebral de la NEM. El ATP no es una figura, es un acompañante en el camino de la transformación desde la Nueva Escuela Mexicana, es tiempo de dignificarlos”, concluyó.