Culiacán, Sinaloa, 28 de enero de 2025.- Diputado de Morena y diputada del PVEM se solidarizaron con las familias que han sido afectadas por hechos violentos, reconocieron el derecho a la movilización y de protesta de la sociedad, pero llamaron a reflexionar sobre las causas históricas y culturales que impulsan estos hechos y reconocieron en Rubén Rocha Moya a un gobernador que trabaja por la paz y el bienestar de las y los sinaloenses.
En el punto de Asuntos Generales de la Sesión Ordinaria de este martes, subieron a tribuna el diputado de Morena, Eligio López Portillo, y la diputada del Partido Verde Ecologista de México, Yeraldine Bonilla Valverde, quien también es presidenta de la Mesa Directiva del Congreso.
Eligio López expuso que no se puede negar que Sinaloa, principalmente Culiacán, enfrenta una crisis de violencia, pero puntualizó que esta ha sido generada por una ruptura del crimen organizado que tiene a dos facciones enfrentándose.
Ante esta violencia, dijo, los sectores sociales han salido a protestar y a movilizarse para exigir paz, exigencia que es justa y legítima y que Morena la hace suya.
Aclaró que de parte de los gobiernos estatal y federal se han coordinado esfuerzos para contener la violencia, gracias a lo cual se ha detenido a muchos delincuentes y se han decomisado armas, vehículos blindados, equipo táctico, drogas y dinero ilegal.
No obstante, reconoció, padres de familia y sectores productivos de Sinaloa no están satisfechos, y en Morena también se tiene sensibilidad ante el dolor humano, el dolor de las víctimas y sus familias.
Aclaró que Morena no descalifica las protestas, sino que por el contrario se suma a las mismas.
Sin embargo, observó que dentro de estas protestas se enquistan intereses de actores políticos que pretenden lucrar con la indignación ciudadana.
Como prueba de ello se refirió a la demanda política de que renuncie el gobernador Rubén Rocha Moya, y abandone el mandato que más de 600 mil sinaloenses le otorgaron a través del voto en las elecciones locales del 2021.
La diputada Yeraldine Bonilla reconoció también que varios municipios de Sinaloa, pero principalmente Culiacán, enfrentan hechos violentos en los que hay víctimas inocentes.
Es doloroso, dijo que estos hechos empañen la imagen de Sinaloa como un estado productor de alimentos y lugar de gente buena y trabajadora.
Los hechos presentados en los últimos meses, expuso, no comprometen sólo al gobierno ni tampoco se reduce a resolverlo sólo con pólvora, sino que también demanda el acompañamiento de toda la sociedad.
Es la sociedad, expuso, la que debe alejar a niñas y niños de juguetes bélicos, y evitar la normalización de la violencia y la narcocultura.
Desde las escuelas, las universidades y los entornos familiares, dijo, tenemos la obligación de reconstruir nuestro tejido social y hacer de Sinaloa un lugar seguro para vivir y un lugar sano para nacer y crecer.
También resaltó que el gobernador Rubén Rocha Moya realiza muchos esfuerzos para construir la paz en Sinaloa, sobre todo atendiendo las demandas de las corporaciones policiacas en materia salarial, seguridad social y equipamiento, e invitó a no regatearle ningún esfuerzo.
Entre esos esfuerzos señaló el retiro de 600 armas durante 2024, junto con 25 mil cartuchos y municiones, gracias a la entrega de incentivos económicos que sumaron casi 2.6 millones de pesos.
Le añadió la estrategia implementada para evitar bloqueos de carreteras.
Es decir, puntualizó, es el narco el que mata, secuestra, viola y extorsiona al pueblo, y eso es lo que se debe reconocer como problema para poder encontrar soluciones efectivas sin más derramamiento de sangre.
La solución, dijo, no está en generar más violencia, sino en un pacto social civilizatorio para elevar nuestra conciencia para dejar de aceptar y glorificar la narcocultura. “Apostemos por la cultura, la ética y la moral. Sinaloa nos necesita a todas y todos”.