La reciente sesión de cabildo en Mocorito, llevada a cabo en condiciones precarias de luz, subraya una crisis de gestión que no puede ser ignorada. El hecho de que los regidores se hayan visto obligados a trabajar bajo la luz de teléfonos celulares debido a un corte de energía, resultado de la falta de pago a la Comisión Federal de Electricidad, pone de manifiesto la ineficiencia y falta de responsabilidad del gobierno local.
Aunque se logró aprobar por unanimidad la Ley de Ingresos para el ejercicio fiscal 2025, con un ingreso proyectado de 267 millones 674 mil 775 pesos, esto no puede eclipsar la grave situación que enfrenta la administración municipal. La incapacidad de cumplir con las obligaciones de pago no solo afecta la operatividad del gobierno, sino que también genera dudas sobre la planificación financiera y la transparencia en el uso de recursos.
La imagen del Cabildo sesionando a la luz de teléfonos celulares es, en el mejor de los casos, una curiosidad bohemia, pero en el fondo, es un síntoma de un problema mucho más profundo. La administración de Mocorito necesita urgentemente implementar medidas para garantizar que situaciones como esta no se repitan y que la confianza de los ciudadanos en sus autoridades se restablezca.
La situación actual de Mocorito no es simplemente un incidente aislado, sino un claro indicativo de la necesidad de una gestión más eficiente y responsable. La comunidad merece un gobierno que no solo sepa manejar sus finanzas, sino que también se comprometa a cumplir con sus responsabilidades.
Con información de periódico Mercurio.