Cada uno de nosotros somos el reflejo de lo que todos podemos ser. Somos la prueba viviente de que el amor por lo que hacemos, la dedicación y la compasión son los ingredientes secretos para construir un futuro pero sobre todo un presente mejor, expresó Francisco Alberto Ibarra Fong.
Quien resultó ganador en la categoría Cívico o Social del Premio al Mérito Juvenil 2024 habló en tribuna durante Sesión Solemne a nombre de su compañero Carlos Emilio Báez Robles, y de sus compañeras Eunice Andrea Aguirre Silva, María Guadalupe Beltrán Gómez y Camila Govea Robles, también galardonados.
En tribuna y haciendo uso de sus manos para comunicarse, que es la herramienta que le ha permitido graduarse y trabajar como maestro de Educación Física, sostuvo que las y los jóvenes “somos el orgullo de Sinaloa, y hoy celebramos nuestra luz, nuestra energía y nuestro espíritu inquebrantable”.
Consideró que ser joven en Sinaloa “es como ser un rayo de luz: con una fuerza imparable que brota desde lo más profundo de nuestro ser, derramando pasión, determinación y coraje en cada paso que damos.
“Somos –continuó– ese destello brillante que ilumina caminos, que nunca se detiene, que transforma paisajes y deja una huella sobre la tierra. Así que sigamos siendo esa luz inquebrantable, que no le teme al desafío, que no se detiene por nada ni ante nadie, con esta fuerza imparable de Sinaloa que nos caracteriza”.
Francisco Alberto Ibarra, al hacer uso de sus manos para comunicarse, se autopresentó y dijo ser un joven que vio una necesidad en su comunidad y decidió actuar y que creció entendiendo la importancia de la inclusión y la empatía.
“Hago un llamado –propuso– para que en Sinaloa se reconozca como lengua oficial la lengua de señas mexicana (LSM), armonizando la ley para que todas las infancias y juventudes sordas en Sinaloa tengamos mejores oportunidades.
También propuso crear una institución enfocada a la inclusión de la comunidad sorda, garantizándoles el derecho a la educación bilingüe”.
De la ganadora en la categoría Artística, Camila Govea, expuso que desde pequeña el arte la rodeó en todas las direcciones, salió de casa desde los 17 años con la esperanza de convertirse en bailarina profesional y su pasión por el ballet la llevó desde las calles de Sinaloa hasta los prestigiosos escenarios de Nueva York.
Refiriéndose a Carlos Emilio Báez, ganador en la categoría Deportiva, dijo que desde los 3 años ha entrenado Tae Kwon. “Es un atleta que, con cada golpe y patada, nos enseña que la verdadera grandeza está en la perseverancia y el esfuerzo, logrando representar a Sinaloa en países como Serbia, y Brasil”.
De Eunice Andrea Aguirre, dijo que con su mirada puesta en la igualdad de género y la valentía, ha dado lugar a proyectos para contribuir a una vida más justa y digna para las mujeres, con su empresa MARA Espacios Seguros, impacta en la vida de miles de personas buscando lograr justicia restaurativa y transformativa en todos los espacios de trabajo.
María Guadalupe Beltrán, ganadora en la categoría Científico y Tecnológico, continuó, desde los 11 años soñaba con innovar el mundo a través de la ciencia y la tecnología, lo que la llevó a foros internacionales como el global GESS de Múnich, Alemanía, donde trabajó con “Dry Food: healthy food that will make you feel better”, un proyecto internacional, en colaboración entre Alemania, México e Irán, para desarrollar un modelo de negocio en contra de desperdicio de comida, en especial de frutas y verduras en tiendas y supermercados en la India.
“En el corazón de Sinaloa, laten historias llenas de esperanza, sueños que han crecido bajo la pasión de quienes no temen a soñar en grande. Hoy, celebramos a los jóvenes que son el reflejo de nuestra región. Sus logros son un recordatorio de que con dedicación, amor y perseverancia, todo es posible”, señaló.

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