La reciente visita de Andrés Manuel López Obrador a Culiacán, que apunta a ser su última como Presidente, estuvo marcada por una atmósfera inusualmente tensa. Esta vez, el mandatario no fue recibido con los habituales vítores y halagos que lo consagraban como un líder carismático y visionario. En cambio, la presencia de la presidenta electa Claudia Sheinbaum no logró disipar la incomodidad que permeaba el ambiente.

Sinaloa, una vez más, se convirtió en noticia nacional y no precisamente por sus atractivos turísticos o sus logros deportivos. El hospital local, en su sexta inauguración, dejó en evidencia la falta de obras nuevas y significativas en la región. Pero lo que realmente capturó la atención del país fueron los rumores y revelaciones sobre el caso de Ismael “El Mayo” Zambada.

Desde el día anterior, las redes sociales se llenaron de especulaciones y anticipaciones sobre una noticia de gran magnitud. Los tweets anunciaban que algo importante sobre Zambada estaba por revelarse, y aunque muchos pensaron que serían meras especulaciones, la realidad superó las expectativas.

La mañana de la visita amaneció con la publicación de una carta que sacudió el panorama político y social. La tensión se palpaba en el aire, y las aclaraciones del gobernador, junto con el supuesto respaldo del Presidente, no lograron mitigar la incertidumbre. La presencia de Claudia Sheinbaum, lejos de apaciguar los ánimos, parecía añadir una capa adicional de complejidad a la situación.

El presidium, con rostros visiblemente desconcertados, reflejaba la incomodidad generalizada. La despedida de AMLO en Culiacán distó mucho de ser una celebración de sus logros; en cambio, se convirtió en un recordatorio de los retos y controversias que han marcado su sexenio. Para Claudia Sheinbaum, la jornada fue un preludio incómodo a los desafíos que le esperan en su próxima administración.

En resumen, la visita de López Obrador a Culiacán será recordada como un episodio incómodo y revelador. Una despedida que, lejos de ser un adiós triunfante, subrayó las tensiones y desafíos persistentes en la política mexicana.