… El Primer Aviso … 

Desde mis primeros pasos en la política, recibí un consejo que resonó como una sentencia: “Eres bueno, pero nunca llegarás lejos. Eres demasiado contestón y en esta arena, a menudo hay que agachar la cabeza. La política es el arte de tragar mierda sin hacer gestos.”

… La Realidad de las Traiciones …

A pesar de la advertencia, mi pasión por la política me mantuvo en el ruedo. He sido testigo de un interminable desfile de traiciones y alianzas cambiantes, donde los políticos se venden al mejor postor, sin una pizca de dignidad. Hoy, muchos de aquellos que juraron lealtad han mordido la mano que les alimentó y se han unido a Morena. Algunos justifican estos cambios como una cuestión de supervivencia. Pero, en realidad, seguimos inmersos en el nauseabundo pantano de la política sinaloense.

… El Conflicto Más Perturbador … 

A lo largo de los años, he visto todo tipo de conflictos, pero ninguno tan profundo y perturbador como el reciente enfrentamiento entre la Universidad Autónoma de Sinaloa, el Congreso, el gobierno, y el trágicamente fallecido Héctor Melesio Cuén. Su asesinato, aún envuelto en un manto de misterio y sin respuestas claras, deja a la ciudadanía en un estado de incertidumbre y desconfianza. Se murmuran muchas teorías, pero ninguna ha sido confirmada. La gente espera, con ansias y desesperación, que se haga justicia.

… La Política No Es para Cualquiera …

Hoy, más que nunca, puedo afirmar que la política no es para cualquiera, especialmente no para aquellos que aún no han aprendido a tragar mierda sin hacer gestos. En este espectáculo de sombras y engaños, solo los más insensibles y calculadores logran sobrevivir. Los demás, aquellos con un mínimo de integridad, nos seguimos ahogando en este lodazal de corrupción y deslealtad.

… Un Consejo para los Aspirantes …

Querido lector, si alguna vez consideraste adentrarte en este mundo, recuerda: aquí, la dignidad es un lujo que pocos pueden permitirse. Y si aún decides seguir adelante, prepárate para tragar mierda sin hacer gestos, porque en la política sinaloense, esa parece ser la única manera de sobrevivir.