Culiacán, Sinaloa.- Después de que hace poco más de un mes, los empresarios azucareros de la zona de Eldorado, anunciaran el cierre del ingenio, el diputado local Serapio Vargas Ramírez anunció que concretó la compra de la tradicional empresa, ubicado en el municipio de Eldorado, con el objetivo de salvarlo del inminente cierre que enfrentaba.
Vargas Ramírez, quien es empresario además de legislador de Morena, justificó la adquisición al señalar la necesidad de un nuevo empresariado con perspectiva de nación que reinvierta en México, procure el bienestar social y no sólo busque su propio lucro.
“Si crear es cosa de locos, yo vengo a confesar que estoy loco”, expresó el morenista al anunciar la histórica compra que, dijo, se concretó el pasado 17 de junio, mediante la firma de un contrato de compraventa.
El diputado explicó que el proceso de adquisición sólo fue posible gracias a la generosidad del empresario Juan Cortina, mayor accionista de la empresa dueña del ingenio, quien les permitió comprarlo a un 30 por ciento de su valor real.
Asimismo, reveló que con apoyo de financiamiento de la banca de desarrollo y aportando garantías colaterales propias, podrán saldar el remanente en los siguientes meses.
Vargas Ramírez convocó a los cañeros, al sindicato y a la población de Eldorado a apretar el puño y sumarse al rescate de la añeja empresa azucarera, que en sus mejores épocas llegó a cultivar 10 mil hectáreas de caña.
Entre los compromisos anunciados, está elevar en un futuro inmediato la siembra de caña, garantizar el pago a jubilados que la nueva empresa no está obligada a cubrir, y buscar el respaldo del gobernador Rubén Rocha para implementar una política pública de apoyo al campo cañero.
“Vamos a salvar el ingenio del Eldorado con el apoyo de los cañeros que van a subir y sembrar más de 2 mil hectáreas”, externó.
En su alocución, el legislador morenista hizo un enérgico llamado a un cambio de mentalidad en el empresariado mexicano, la clase trabajadora y la sociedad en general para construir una auténtica democracia participativa.