En la próxima elección en Sinaloa, parece ser que el gran ganador será el abstencionismo. Esta figura se ha vuelto cada vez más prominente en la política mexicana, y tanto los partidos opositores como los que están en el poder han contribuido a fortalecerlo.
El abstencionismo, entendido como la decisión de no participar en el proceso electoral, ha encontrado terreno fértil en el estado de Sinaloa. Los partidos políticos, lejos de incentivar la participación ciudadana, han adoptado estrategias que favorecen su propio beneficio a costa de la apatía y desinterés de los votantes.
Comencemos con el PRI, el partido que creó esta figura con el objetivo de mantenerse en el poder durante muchos años. Su estrategia se basa en que entre menos gente vote, más seguro será su triunfo. Para lograr esto, han recurrido a prácticas que alejan a los ciudadanos de las urnas, generando desconfianza y desencanto en el sistema político.
El PAN, por su parte, logró despertar el interés de la ciudadanía en un principio, pero luego se durmió y generó más decepción que nunca. Su falta de continuidad y acciones concretas han llevado a la desmotivación de los votantes, quienes se sienten defraudados por las promesas incumplidas y la falta de liderazgo.
El PRD se convirtió en un oportunista que solo busca llegar al poder a través de la manipulación y las críticas. Los ciudadanos se dieron cuenta de que solo era una fachada y esto generó aún más descontento. La falta de coherencia y la falta de propuestas concretas han alejado a los votantes, quienes ven al PRD como un partido sin rumbo.
El partido sinaloense PAS también contribuyó al abstencionismo al abandonar su propia bandera y seguir la de su principal enemigo, Morena. Ahora intentan deshacerse de esa mancha al aliarse con el PRI, lo cual generó más decepción en muchos. Los votantes se sienten traicionados y ven en el abstencionismo una forma de expresar su descontento.
Morena, por su parte, ha decepcionado a muchos al alejarse de lo que prometieron en campaña. Han despertado al monstruo del abstencionismo, ya que lograron movilizar a los votantes, pero ahora todo lo que proyectan parece lejano y poco alcanzable. La falta de resultados concretos y la falta de transparencia han llevado al desencanto de los ciudadanos.
En cuanto al Partido Verde Ecologista y el PT, ni siquiera vale la pena mencionarlos. Estos partidos solo han contribuido a desanimar a la gente con su oportunismo y falta de vergüenza. Su falta de compromiso real con las causas ciudadanas ha alejado aún más a los votantes, quienes ven en el abstencionismo una forma de protesta.
Por último, pero no menos importante, están los ciudadanos que llegaron sin partido para darle sentido a la política. Sin embargo, muchos de ellos han sido conquistados por los supuestos líderes políticos y es probable que no tengan representación en las candidaturas. La falta de opciones reales y la falta de representatividad han llevado a muchos ciudadanos a optar por el abstencionismo como una forma de manifestar su descontento.
Por todas estas razones y muchas más, el enemigo a vencer, el abstencionismo, lleva una gran ventaja y seguramente será el ganador en la próxima elección. Es necesario que los partidos políticos reflexionen sobre sus acciones y busquen formas de recuperar la confianza de los ciudadanos. Solo así podrán revertir esta tendencia y fortalecer la participación ciudadana en el sistema político.
En conclusión, el abstencionismo se ha convertido en un fenómeno cada vez más presente en la política mexicana, y la próxima elección en Sinaloa no es la excepción. Los partidos políticos han contribuido a fortalecer esta figura mediante prácticas que alejan a los ciudadanos de las urnas. Es fundamental que se tomen medidas para recuperar la confianza de los votantes y fomentar la participación ciudadana, con el objetivo de fortalecer la democracia y construir un mejor futuro para Sinaloa.