En la ciudad de Culiacán, Sinaloa, existe un verdadero tesoro oculto: el ingeniero Víctor Buelna, un apasionado relojero que ha dedicado gran parte de su vida a mantener en funcionamiento los relojes monumentales de la ciudad. Sin embargo, a pesar de su experiencia y dedicación, recientemente ha sido relegado en favor de empresas foráneas.
Tuve la oportunidad de conocer al ingeniero Buelna hace algunos años, cuando me concedió una entrevista en lo alto de la catedral. Desde aquel momento, quedé impresionado por su conocimiento y pasión por los relojes monumentales. Además, descubrí que él y su hermano Gustavo son los encargados de iluminar las cruces en lo más alto de las capillas, un trabajo que realizan con gran dedicación y orgullo.
Durante nuestra conversación, el ingeniero Buelna me contó cómo comenzó su fascinación por los relojes desde temprana edad. Desde los seis años, se sintió atraído por esos imponentes relojes y, gracias a vivir cerca de la catedral, tuvo la oportunidad de convertirse en monaguillo. Fue allí donde conoció a don Tomás, un anciano encargado de dar mantenimiento al antiguo reloj de la catedral. El ingeniero Buelna aprendió de él y, a los 13 años, asumió la responsabilidad de cuidar y reparar el reloj.
Sin embargo, a pesar de su experiencia y dedicación, el ingeniero Buelna ha sido relegado en favor de empresas foráneas. Recientemente, el ayuntamiento decidió encargar la construcción de un reloj gigante a una empresa poblana, ignorando las propuestas y el talento local. Esto ha dejado al ingeniero Buelna con sentimientos de molestia y tristeza, ya que él había propuesto la idea anteriormente.
No solo eso, el ingeniero Buelna también había propuesto la instalación de un reloj floral monumental en el jardín botánico y en la universidad autónoma de Sinaloa, pero sus propuestas tampoco fueron tomadas en cuenta. Es difícil entender cómo se desaprovecha el talento local y se prefiere contratar a empresas de otros estados.
Es momento de valorar y apoyar a nuestros talentos locales, como el ingeniero Víctor Buelna, quien es uno de los mejores relojeros del noroeste del país. Su dedicación y conocimiento son un verdadero tesoro para nuestra ciudad. No podemos permitir que su talento sea desaprovechado y que se le relegue en favor de empresas foráneas.
Esperemos que las autoridades y la sociedad en general reflexionen sobre esta situación y brinden el reconocimiento y apoyo que el ingeniero Buelna merece. No solo estaríamos impulsando el talento local, sino también preservando nuestra identidad y tradiciones. El ingeniero Víctor Buelna es el guardián del tiempo sinaloense, y es hora de que se le dé el reconocimiento que se merece.