Desde muy temprano en redes sociales, el grupo parlamentario de Morena anuncia la embestida en nombre del pueblo, según ellos. La reforma a la ley orgánica no es mala, al contrario, siempre he sostenido que la legislatura que lo haga será reconocida, pues urge una actualización ya que la actual está totalmente obsoleta. Sin embargo, por su importancia, esperamos que le den la atención necesaria.
Pero, pasando al asunto, la pregunta es ¿cómo se les ocurrió sacar una reforma tan imperante en menos de una semana? ¿Cuándo le preguntaron a los ciudadanos, a los especialistas, a aquellos que saben? Parece que simplemente es una mentada de madre. ¿Todo esto es por miedo a quién pueda dirigir la mesa directiva? Después de escuchar, no se entiende qué se busca. Ya nos dimos cuenta de que el poder legislativo no…v…m…
Dicen que hay que ser cochi, pero no tan trompudos. Nada más le faltó decir eso en su posicionamiento al diputado del PAS, Gene Bojorquez, al tomar tribuna y hacer las denuncias de lo que ya todos sabemos. La ley orgánica del congreso necesita una verdadera reforma y que la 64 legislatura es un completo circo, con muchos enanos que prefieren no crecer en estatura, pero sí en sus bolsillos.
Donato platica con todos, se rasca la cabeza, se le nota el nerviosismo. A pesar de que tienen todo para sacar el remedo de reforma, sabe que no saldrán limpios. Pedro Lobo está a la expectativa, pues sabe que sin duda su nombre está en el posicionamiento de Gene. La diputada Pompa está más perdida que un machihui y es normal, pues se entiende que es otro chiste de la 4T, que no sabe ni para qué le pagan.
Serapio Vargas camina para un lado y para otro, parece fantasma, pues desde que los maiceros le mentaron la madre, al parecer ya no tiene voz ni voto. El diputado Patrón, fiel a su costumbre, solo ve mensajes en su celular como si fuera un artista o solo esperando lo que mejor hace: pedir la dispensa de alguna segunda lectura. Ricardo Madrid se agarra la barbilla, como pensando “¿qué voy a hacer ahora que me quiten la mesa?”. El diputado más bueno para nada, Ambrosio Chávez platica con la vendida y traicionera Deysi Ayala, no sé si para decirle que vote por lo que dice Feliciano, pues fiel a su costumbre de traicionar, no se vaya a equivocar. Y qué creen, la mentada Pompa sigue saludando y platicando, ahora con otros diputados. Geovana Morachis hace lo que mejor sabe: NADA. Solo platica con sus amigos priistas, que por cierto, uno de ellos, Sergio Mario, no se le despega. Al otro muerde manos, Adolfo Beltrán, como anunciando para qué va a servir esta reforma.
Los diputados independientes, tranquilos, platican entre ellos, solo esperando que el PAS termine de hablar, mientras los pasistas piden la palabra, todos con la intención de hacerle la sesión pesada a los morenistas. Y qué creen, la diputada Pompa sigue saludando. La del MC parece que anda en pasarela, pues pasa de un lado a otro sin nada que decir.
La oposición, pues ya se la saben, dormida, esperando a ver qué orden les da su patrón, el presidente de la Jucopo, Feliciano Castro. Se me pasaba el frijol rancio, ahí anda también dando lástima, esperanzado en que su hermano le ayude en la elección. Pasada la diputada Viridiana del PAS, arremangó pelos por todos lados, parejo se chingó a lo que queda de la bancada del PRI y su coordinadora, Cinthia Valenzuela.
Y ¿saben por qué les platico esto? Porque esta legislatura no es diferente a las otras. Digan lo que digan, hagan lo que hagan, las reformas saldrán, aún sin tomar en cuenta a nadie, aunque según ellos sea en beneficio del pueblo.