La coordinadora del Grupo Parlamentario del PRI y Vicepresidenta de la Conferencia Permanente de Congresos Locales (Copecol) Cinthia Valenzuela Langarica, participó en la conmemoración de la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, donde se discutieron los avances, desafíos y oportunidades del Sistema Nacional Anticorrupción, así como la transparencia y rendición de cuentas.
En su participación la diputada local destacó que, las cifras de impunidad por temas de corrupción en el país son elevadas, y es que según datos de la organización no gubernamental Mexicanos Contra la Corrupción señalan que 65 por ciento de la población creen que denunciar es un acto inútil, ya que no se les garantiza el inicio de un proceso de investigación, generando esto falta de confianza en las autoridades.
Los actos de corrupción de los titulares de las diversas áreas gubernamentales aumentan la pobreza, ya que se han documentado casos donde se desvían los fondos destinados al desarrollo, disminuye la capacidad de los gobiernos para ofrecer servicios públicos, alimenta la desigualdad y la injusticia y0 desalienta la inversión, así lo explicó la legisladora.
Durante el panel que se llevó a cabo en el Estado de Quintana Roo, la coordinadora parlamentaria expuso los avances que se han tenido en el combate a la corrupción en Sinaloa como fue el caso de los ex alcaldes de Culiacán y Mazatlán que tienen procesos abiertos jurídicos que están siendo investigados.
La legisladora convocó a que continúe el trabajo de los diferentes niveles de gobierno, para que se adopten medidas preventivas y se tipifiquen las formas de corrupción más frecuentes tanto en el sector público como en el privado.
“La reacción de las autoridades ante un delito o un acto de corrupción es invitar a denunciar, pero en México las denuncias no garantizan el acceso a justicia, sin embargo, a veces la denuncia solo se traduce en enfrentarse a la indiferencia por parte de las autoridades” expresó.
Al finalizar su participación la diputada manifestó que en México la percepción de la corrupción está normalizada porque los ciudadanos no ven un cambio aparente y como legisladores no deben ser omisos, convocando a los presentes a que sigan por la ruta de la transparencia y rendición de cuentas, y se convoque los diferentes grupos sociales para dialogar y juntos generar acciones para el desarrollo y fortalecimiento del país.