“Al final, el poder y el dinero nos hacen iguales a todos”. Esta frase es muy cierta en México, donde la política sigue siendo un juego de poder y dinero que afecta a todos por igual. La reciente manifestación de los productores de maíz en Culiacán es un ejemplo de cómo la falta de soluciones reales y justas para el sector agrícola puede llevar a la desesperación y la protesta.

El Diputado Serapio Vargas, quien en su momento se manifestó a favor de los productores, hoy parece haber olvidado sus raíces y defiende políticas que no benefician a los agricultores. Su cambio de postura es un ejemplo de cómo el poder y el dinero pueden corromper incluso a aquellos que en un principio luchaban por la justicia.

Bien dicen por ahí que no es lo mismo “ser borracho que cantinero”, y eso se está demostrando con los productores y el Diputado Serapio. Rechazó el fracaso en la política de comercialización del maíz del tío Rocha, y para acabarla de fregar, aparece en la manifestación la recién nombrada dirigente del PRI en Sinaloa, Paola Garate, dándole un tinte político innecesario al movimiento.

Las autoridades, por su parte, parecen estar más preocupadas por tapar las entradas a los aeropuertos que por buscar soluciones favorables para los productores. Esta falta de acción y compromiso solo agrava la situación y deja a los agricultores en una posición aún más vulnerable.

La manifestación de los productores de maíz en Culiacán ha dejado en evidencia la falta de soluciones reales y justas para el sector agrícola en México. Si bien manifestarse es un derecho que tenemos todos, es importante recordar que el gobernador sólo es un mediador, y la decisión de apoyar o no está en la Ciudad de México.

Mientras el movimiento tenga un tinte político tricolor, será difícil ver una solución local. Es necesario que las autoridades se enfoquen en buscar soluciones reales y justas para los productores de maíz, sin importar su afiliación política.

Al final, el usuario del aeropuerto es el más afectado, pues quedaron varados al suspenderse las actividades por los bloqueos. Citas médicas, turismo, negocios, paseos… todo se vio afectado. Es hora de que las autoridades tomen en serio la situación y busquen soluciones que beneficien a todos los involucrados en el sector agrícola.

Es hora de que la política en México deje de ser un juego de poder y dinero, y se enfoque en soluciones reales y justas para todos los involucrados en el sector agrícola, que les urge que se les resuelva. Los productores de maíz merecen un trato justo y equitativo, y es responsabilidad de las autoridades garantizar lo. La historia nos ha demostrado que las manifestaciones pueden ser una herramienta poderosa para buscar justicia y democracia, pero también es necesario que las autoridades escuchen y actúen en consecuencia.