La deuda estatal en más de un centenar de países de desarrollo ha aumentado entre 2019 y 2021, un incremento que se calcula en 2 billones de dólares excluyendo la de China, advirtió la Conferencia de la ONU para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD).
La agencia de la ONU, que esta semana celebra en Ginebra su XIII Conferencia sobre Gestión de la Deuda, subrayó que aboga por la creación de un marco legal multilateral con el fin de reestructurar y aliviar esta deuda, que en el marco de la pandemia, la subida de las tasas de interés y otros factores amenaza las cuentas de muchos países, incluso sus programas sanitarios o de educación.
“Casi todos los países en desarrollo se enfrentan a dilemas financieros irresolubles en un contexto marcado por la pandemia, la inestabilidad geopolítica y la crisis climática”, destacó este lunes en la inauguración de la conferencia la secretaria general de UNCTAD, la costarricense Rebeca Grynspan.
“La deuda no debería ser un obstáculo para lograr la Agenda 2030 y la transición climática que el mundo necesita desesperadamente”, subrayó.
El marco legal para reestructurar la deuda que propone la UNCTAD debería “involucrar a todos los acreedores, y podría construirse sobre la base del programa de reducción de la deuda establecido en el G20”, destacó un comunicado de la organización.
En la conferencia se destacó que la actual fortaleza del dólar, moneda que compone un 70 % de la deuda de los países en desarrollo, está también causando un impacto negativo en las finanzas estatales de los países más empobrecidos.
Estimaciones presentadas durante la conferencia indican que sólo los intereses que tendrían que pagar los países por su deuda en 2023 podrían sumar 1,1 billones de dólares, cuatro veces más de la inversión anual que los países en desarrollo necesitan para adaptación y mitigación del cambio climático.
Con información de EFE