Alrededor de 10%[2] de los hospitales en todo el país registran periódicamente la incidencia de infecciones asociadas a los servicios de salud. La situación es delicada si tomamos en cuenta que desde el año pasado estos han estado a tope de su capacidad, principalmente a causa de la COVID-19.
Entre los riesgos a los que están expuestos los pacientes durante una estadía prolongada en el hospital, son las infecciones nosocomiales, mismas que no se habían manifestado ni estaban en periodo de incubación al momento de haberse internado el paciente. Contraer este tipo de infecciones es muy común, al estar expuesto a un ambiente donde se congrega gente enferma. Lo que las hace más peligrosas es su alta resistencia a los antibióticos, convirtiéndolas en una de las principales complicaciones sanitarias, llegando a 32 muertes por cada 100 mil habitantes[3].
Las tres más frecuentes son la neumonía, las personas en uso de algún dispositivo que ayuda a la respiración tiene mayor probabilidad de adquirirla o aquellas con dificultad de deglutir; la infección urinaria, en el 80%[4] de los casos es a causa del uso de una sonda o por alguna bacteria intestinal entre ellas la E. coli; e infecciones de la piel debido a la aplicación de inyecciones, sondas con medicamento o exámenes sanguíneos.
Razón por la que es imprescindible contar con procesos de limpieza y desinfección de los ambientes de manera sostenida para procurar tener un estricto control de la higiene del establecimiento. Existen diversas empresas especializadas a la realización de este servicio que implementan distintas técnicas y programas ejecutados por personal calificado, con equipo especial. Un ejemplo de ello es Grupo EULEN, compañía pionera en la prestación de servicios especializados con 25 años de presencia en México, que cuenta con protocolos diseñados a la medida de las necesidades de cada instalación de salud y equipo de desinfección respaldado por el sistema de Garantía de Calidad, que van desde la gestión de lavandería hasta control y recuentos microbiológicos.
Si bien la limpieza profunda y frecuente es una aliada para combatir cualquier enfermedad bacteriana, en el caso de las infecciones nosocomiales, es una necesidad, aunado a incentivar el alta hospitalario en la medida de lo posible y así, evitar la permanencia por un largo periodo en el hospital.