El cáncer de ovario es el tercer tumor ginecológico más frecuente en nuestro país, pero sigue siendo la primera causa de muerte al ser diagnosticado habitualmente en estadios avanzados, el riesgo de desarrollar este tipo de patología es aproximadamente de 1 de cada 60 mujeres, consideró Nancy Lizeth Castillo Chávez.
La doctora del Centro de Investigación y Docencia en Ciencias de la Salud (CIDOCS) de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) manifestó que los ovarios se encuentran en la parte baja de la pelvis, situados a ambos lados del útero, tienen el tamaño y forma aproximada de una nuez, son glándulas que producen hormonas como: estrógeno y progesterona.
“Cuando hay una alteración o una enfermedad maligna, estos empiezan a secretar mucha cantidad de hormonas que nos pueden causar algunos signos, síntomas y trastornos en el cuerpo que nos afecten este mal”, enfatizó.
Castillo Chávez, quien actualmente estudia la especialidad de patología en el centro universitario, mencionó que la causa del cáncer de ovario continúa sin conocerse con exactitud, destacando que existen diferentes factores de riesgo como son: inicio de la menstruación antes de los 12 años, no haber tenido hijos, la edad, terapia de reemplazo hormonal, herencia y obesidad.
“Desgraciadamente el 75 por ciento de las mujeres diagnosticadas con cáncer de ovario, es en etapas tardías, ¿Por qué? porque esta enfermedad maligna causa signos y síntomas muy inespecíficos, ya que se pueden confundir con cualquier otro tipo de enfermedad. Por ejemplo, el cáncer de ovario te causa tres síntomas principales como son los trastornos ginecológicos que pueden ser sangrados uterinos anormales, el segundo son síntomas urinarios y los otros son los trastornos gastrointestinales como la colitis nerviosa”, detalló.
La doctora universitaria expresó que desgraciadamente este tipo de cáncer no se puede prevenir, dado que no se cuenta con un sistema de tamizaje, como es el caso del cáncer de mama que es poderse hacer una mastografía anualmente, o en el de cérvix hacerse un Papanicolaou periódicamente.
“Pero aquí es muy importante que las mujeres después de la menopausia o a partir de los 40 a 50 años tengan la cultura de acudir con su ginecólogo como de rutina, para que se les realicen exámenes ginecológicos. Para el cáncer de ovario el principal es realizar un ultrasonido de abdomen o de pelvis, en el cual se puede visualizar algunas estructuras, como puede ser el útero y los ovarios en sí, posteriormente si el ginecólogo encuentra algo sospechoso, se realiza un ultrasonido vaginal, el cual es el mejor método diagnóstico”, apuntó.
Así mismo dijo que este tipo de cáncer principalmente se trata con cirugía y sesiones de quimioterapia, esto cuando el paciente se encuentra en etapa inicial, y ya si el estado del paciente es más avanzado son otros los mecanismos que se siguen como son las radioterapias.