Pese a su discutible trabajo legislativo, más de 450 diputados federales pretenden reelegirse. Muchos lo lograrán y mantendrán los enormes privilegios que les dispensan sus escaños. Aun cuando poco o nada aporten, los partidos políticos continúan al servicio de ellos y de los grupos de poder que los cobijan. Los grandes temas de interés para la sociedad, entonces, deberán esperar.
La mayoría Morena en la Cámara de Diputados atiende con prontitud y ‘eficacia’ la agenda política del presidente Andres Manuel Lopez Obrador con el objetivo de reducir la pobreza y combatir los privilegios que históricamente ha concedido el poder público a los ricos más ricos, aunque ese es apenas un primer paso.
Pero el gobierno federal deberá ampliar su visión y no enfocarse exclusivamente en eliminar la pobreza, sino convertirse también en impulsor del crecimiento económico y promover la permanencia y la extensión de la llamada clase media, y en este propósito seria fundamental el concurso de la Legislatura y sus diputados.
Un articulo del NY Times reciente abordo esta temática, con datos y análisis de Alice Krozer. En primer lugar, concluyó que “en México muchos creen ser clase media, pero no es así”, pues “el 61% de la población se identifica como tal, pero sólo el 12% lo es. La mitad del país vive con un serio malentendido sobre su nivel de ingreso, confusión que comparten ricos y pobres por igual”. En otras palabras, millones de mexicanos vivimos engañados.
Krozer propone que es imperativo que el mexicano promedio deje de engañarse a sí mismo sobre su nivel de vida. “La realidad es que el 84% de la población no tiene seguridad laboral o un sueldo que les permita satisfacer las necesidades de su familia, pero lo niega. Negar la realidad impide tener demandas políticas concretas y claras”. Así de claro.
El proceso electoral 2021 es una oportunidad para que el ciudadano común conozca su realidad y, con base en ello, exija a sus representantes que atienda sus demandas.
Para esto, el mexicano promedio necesita diagnosticar con veracidad sus carencias o privilegios a fin de saber qué debe pedir a las autoridades para fortalecer a la clase media y reclamar el diseño de las políticas necesarias para ampliarla.
Para la analista, en Mexico “nadie parece ser honesto con su propio diagnostico”. Los mexicanos ricos piensan que son clase media, pero los estudios de Krozer muestran que, aún entre el 1% más rico del país, dos terceras partes creen ser clase media. El mito ‘todos-somos-clase-media’ se repite en todos los niveles de ingreso: mexicanos que ganan 120 mil pesos mensuales creen que tienen un sueldo “promedio”, cuando en realidad ganan más que el 90% de los mexicanos.
Lo mismo sucede entre los más pobres. Si bien el 61% de los mexicanos cree ser clase media, incluyendo a dos terceras partes de los más ricos, existen al menos 43 millones de mexicanos que viven en condición de pobreza moderada pero que creen ser parte del estrato socioeconómico de clase media. No lo son, pues para tener ese nivel necesitarían ganar 64 mil pesos mensuales para cubrir las necesidades de una familia de cuatro integrantes, un nivel salarial que solo disfruta el 10% más rico de México.
Kroser observa también que ‘no basta dejar de ser pobre para ser clasemediero’. De hecho, hay casi 37 millones de personas que técnicamente no son pobres pero tienen carencias básicas, como acceso a la salud, seguridad social o educación, y esto se debe a que la línea de pobreza del gobierno mexicano es demasiado baja. CONEVAL calcula que con 3,200 pesos mensuales una persona puede satisfacer todas sus necesidades, algo lejano de la realidad en muchas zonas del país.
Para ser clase media, de acuerdo con el Índice de Desarrollo Social de Evalúa de Ciudad de México, se necesitan ingresos suficientes para satisfacer necesidades de educación, salud, servicios sanitarios, drenaje, teléfono, seguridad social, electricidad, combustible, bienes durables básicos y no trabajar más de 48 horas a la semana. En promedio, la clase media en México logra esto ganando16 mil pesos por persona.
Es acertado que la agenda de López Obrador sea atemperar la pobreza, sí, pero mas allá de esto el gobierno debe ocuparse además en la creación de una clase media sólida y amplia como última meta de su gobierno.
Esta y otras tareas trascienden la competencia del Ejecutivo y obligan a los diputados federales de todos los partidos a dejar a un lado la consigna inmediata de consolidar sus proyectos políticos personales o de sus partidos y ponerse a trabajar en serio. En los 15 millones de mexicanos que sí son clase media recae una responsabilidad aún más importante: entender que están en peligro de extinción y que seguirán así mientras continúen pensando que deben compartir su agenda política con los más ricos.
Los ricos no representan a la clase media. El modelo económico actual no promueve la movilidad social sino el estancamiento, y en este momento los clasemedieros tienen mayor probabilidad de volverse pobres que de ser ricos. ¿Queremos mas pobres en Mexico?