Para poder avanzar en la reducción de los niveles de violencia contra la mujer es necesario cambiar como sociedad, y ello implica cuestionar todo, como los programas de televisión, la prensa, los discursos de los políticos, los anuncios y todo lo que reproduce estereotipos de género, señaló Patricia Sánchez Espinoza.
Ello, al ofrecer la conferencia “El Machismo Hiperbólico como el Origen de Violencia contra las Mujeres”, dentro del III Congreso Internacional “Cultura de Paz desde las Mujeres; Diversas cosmovisiones”, cuyo lema es: “Mujeres y Hombres por las Masculinidades Positivas”.
En su disertación Patricia Sánchez precisó que los estereotipos a cambiar son aquellos que reproducen las ideas de que los hombres son quienes compran carros y hacen grandes expediciones y que las mujeres son las que hacen limpieza.
Hay que cuestionar, también, dijo, por qué las mujeres deben usar el cabello largo, y por qué los hombres corto; por qué ellos deben vestir pantalón y ellas faldas.
La ponente, quien es presidenta del Consejo y Parlamento Ciudadano 100 por Colima, resaltó en su inicio que en la sociedad hay acciones que son naturales para las mujeres, tales como menstruar, embarazarse, sentir hambre y otras.
Pero lo que no es natural, expuso, es maquillarse, usar tacones, dejarse el pelo largo y que las mate su pareja.
Lamentablemente, subrayó, la especie humana es la única en que el macho mata a la hembra.
Sánchez Espinoza expuso que la cuestión cultural que se tiene como sociedad es la que genera la violencia en contra de las mujeres, sobre todo porque se parte de una estructura patriarcal, que es una forma de poder o de dominación del hombre.
El paradigma en el patriarcado, subrayó es que la mujer y la feminidad son inferiores.
“En diferentes grados las mujeres son expropiadas y oprimidas en formas predeterminadas; los hombres son los líderes y dueños de este mundo en cualquiera de sus diferentes formaciones sociales. Su poder les da derecho de ser servidos por mujeres y por los hijos de las mujeres”.
Como consecuencia de ello, expuso que hay una marcada violencia en contra de las mujeres, pues en lo que se refiere a violencia familiar, el 76 por ciento de las víctimas son mujeres, y son el 75 por ciento en el delito de abuso sexual.
Agregó que igualmente las mujeres son víctimas en el 80 por ciento del hostigamiento sexual y de la violación sexual, en el 91 por ciento de los casos de incesto, el 92 por ciento en raptos, el 90 por ciento en acoso y el 74 por ciento en homicidios.
En contraparte, observó que en estos delitos los culpables son hombre en un alto porcentaje. El 82 por ciento en violencia familiar, 93 por ciento en abuso sexual, 95 por ciento en hostigamiento sexual, 90 por ciento en violación sexual, 64 por ciento en incesto, 86 por ciento en rapto, 88 por ciento en acoso y 90 por ciento en homicidio.