En Sinaloa, todo mundo habla de la “eliminación” de la tenencia vehicular, pero hasta ahora no se sabe del decreto que pone fin a este impuesto. “Eliminar” una alcabala significa derogarla y que sea el Poder Legislativo el que apruebe o repruebe una iniciativa en ese sentido.
Lo de la “eliminación” de la tenencia no queda aún claro, porque se supone que es a través de la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos en donde radica fundamentalmente la propuesta del Ejecutivo Estatal y en tanto el Congreso no analice cómo viene no se sabrá realmente el espíritu de la iniciativa.
No es lo mismo subsidiar al cien por ciento la tenencia vehicular que presentar un decreto para que esta figura impositiva realmente desaparezca. Si la iniciativa de Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos, enviada por el Gobernador Quirino Ordaz al Congreso, no contempla la derogación del impuesto, entonces la llamada tenencia vehicular, como figura impositiva, no desaparecerá y lo único que se estaría estableciendo es el subsidio al cien por ciento a este impuesto para que nadie lo pague.
Al menos hasta ahora, ni el Gobernador en su conferencia de prensa, dando a conocer esta propuesta antes de su aprobación en el Congreso, ni los diputados, dirigentes de partidos y la misma Presidencia de la Cámara, han tocado el punto claramente en el sentido de la existencia del decreto.
Por el contrario, faltando a su responsabilidad republicana y haciendo a un lado el respeto a la división de poderes, los diputados de todas las fracciones, sin guardar la más mínimas de las formas, se desvivieron algunos en elogios al gobernador, otros hablaron de lo acertado de la iniciativa y los menos argumentaron que el Ejecutivo había respondido de ese modo a “la presión de la sociedad”.
Total que todo mundo, allá en las alturas del poder, da por hecho, sin estar seguros, de la “desaparición” o “eliminación” del Impuesto a la Tenencia Vehicular, aunque todavía falte saber el verdadero sentido de la iniciativa del Ejecutivo estatal. La pregunta es: ¿Con qué o cómo el gobierno estatal piensa sustituir los casi 500 millones de pesos que se dejarán de captar por la “eliminación” o el subsidio total de la llamada “tenencia”? Los Señores Diputados no lo saben bien a bien, sobre todo los de la oposición al PRI, y ya lo andan festejando.
Si al final de cuentas se trata del subsidio al cien por ciento de este impuesto, entonces se dejarán de recibir 500 millones de pesos para obras sociales en aras de “ayudar” a los “pobrecitos” que pueden comprar vehículos arriba de los 250 mil pesos y a los concesionarios automotrices que también presionaron informando que sus ventas habían caído en un veinte por ciento.
Claro, como todo mundo anda encampañado, sobre todos nuestros legisladores, les valió un queso ponerse serios y reflexionar sobre lo más conveniente para la sociedad y no para sus intereses. Si la tenencia se “elimina” o se subsidia completamente es una de las 350 mil cosas que a la mayoría de los ciudadanos le importa. La gente abajo pierde, y los que ganan son aquellos que contando con una buena posición económica ya no pagarán impuestos por adquirir sus lujosos carros. Bonita chingadera, diría el abuelo.
Ahora bien, aquellos que hablan de la “presión social” acuden a este expediente cuando les conviene. ¿De qué presión social hablan”? Cuando vimos a los ciudadanos protestar u organizarse para que el impuesto a la tenencia vehicular no se pagara? Para empezar en este país el movimiento ciudadano no existe; la llamada “sociedad civil” es un cero a la izquierda en términos de fuerza de frente a la manipulación del gobierno y sus partidos.
Por lo general las cúpulas del poder se han puesto siempre de acuerdo para proteger sus intereses e ir en contra de las mayorías. Solo en sus desacuerdos es cuando los partidos aparecen hablando a nombre de la “sociedad” y cuando a ésta, como en el caso de la tenencia, le atribuyen presiones que jamás se dieron.
Si la coyuntura electoral no hubiese estado de por medio, ni la oposición hubiere echado mano de esta propuesta, mucho menos el PRI y su gobierno hubiesen apelado a la “eliminación” o subsidio total a la tenencia vehicular.
Y la “sociedad”? Esto en México apenas llega a un concepto al que apelan los partidos y sus líderes para hacer creer que luchan por la gente. El mejor ejemplo lo fue el “gasolinazo” de principios de años, cuando poca gente medio quiso protestar en serio y cuando los partidos políticos y sus representantes se quedaron calladitos. A eso no le entran. Ni a tener servicios dignos y baratos, mejor salud y educación; mejores salarios. Eso les vale madre. Ahhh, pero se desgarran las vestiduras con eso de la tenencia, mientras la “sociedad” prosigue enajenada con este nuevo juguetito llamada redes sociales, donde la cobardía de suya anónima y la ignorancia es lo que prevalece.
Se cayó Televisa y TV Azteca, pero muy pronto llegó el relevo. Mucho Ruido y pocas nueces, como siempre.