La discriminación y desigualdad social afecta mucho más a las comunidades indígenas, dado que son de los sectores más vulnerables de la sociedad. Por ejemplo, en el aspecto de la salud, el desabasto de medicinas se convierte en un verdadero viacrucis para los asentamientos de los indígenas.
El problema nodal de la política de salud es que no tiene asignado el presupuesto necesario, “solo revisemos lo que se le asignó a la salud en el Presupuesto Federal 2020 y nos vamos a encontrar que asciende aproximadamente a 634 mil millones de pesos, y de ello un poco más de la mitad se lo lleva el Instituto Mexicano del Seguro Social, IMSS, y el resto queda en lo que es la secretaría de Salud, el ISSSTE y ahora el INSABI con 112 mil millones de pesos”, así lo expresó Héctor Melesio Cuén Ojeda.
Esta asignación es sumamente muy poca, porque si hacemos un cálculo del número de trabajadores que no tienen la prestación de seguridad social, entre los cuales hay muchísima gente pobre y sobre todo indígenas, casi 6 trabajadores de 10 mexicanos no tienen esta prestación, viven en la inseguridad, son trabajadores informales y por lo tanto no pueden ir a las instituciones de salud cuando así lo requieran.
Cuén Ojeda expresó que la alternativa para estos mexicanos es ir al INSABI, y este programa no tiene suficiente presupuesto.
Los problemas de la salud son diferentes a los de vivienda, seguridad, educación, en las carencias de medicamentos está de por medio la propia vida, ahí está el ejemplo donde un menor de edad perdió la vida por desangrarse, dado que su problema era ser hemofílico y no tuvo el medicamento necesario para coagular su sangre.
“México tiene serios problemas de infraestructura de salud, de inversión por persona para atender los problemas de salud, mientras que en México se habla de una inversión de mil dólares por mexicano, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE, recomienda una inversión de 4 mil dólares.
Otro problema es que en México hay 2.5 médicos por cada mil habitantes y lo que se necesita son 3.5, es decir hay alrededor de 100 mil médicos que no se han formado aquí en México”, estableció Cuén Ojeda.
También afirmó que México tiene 1.5 camas por cada mil habitantes y se necesitan 4.7 lo que implica que se tiene que invertir más recursos para esta sensible política social.
Por ello he venido afirmando que es falso que nuestro país está preparado para recibir el coronavirus, tenemos problemas serios de infraestructura, “Dios nos agarre confesados si llega con esa virulencia que tiene en estos momentos allá en los países asiáticos”. Así cerró Cuén Ojeda sus comentarios.