La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se pronunció recientemente sobre el caso del exsecretario de Seguridad, Genaro García Luna, quien se encuentra tras las rejas en Estados Unidos debido a sus vínculos con el narcotráfico. Durante la conferencia matutina, se le cuestionó si el Gobierno de México solicitaría la extradición de García Luna y su esposa, Linda Cristina Pereyra, ambos acusados de corrupción y lavado de dinero.
La mandataria fue clara: “son parte de los procedimientos que existen”, y añadió que “ya se había pedido, no es la primera vez”. Esta declaración subraya la seriedad con que el gobierno actual está tomando el caso, y el deseo de traer a los acusados de vuelta a México para que enfrenten la justicia.
Este jueves, La Silla Rota confirmó que el Gobierno de México formalizó la solicitud de extradición para García Luna y su esposa. Cabe recordar que ambos están bajo la lupa por corrupción, lavado de dinero y delincuencia organizada, con el exfuncionario señalado de haber obtenido millones de dólares a través de un esquema de contratación gubernamental ilegal.
Linda Cristina Pereyra también está en la mira, con una orden de aprehensión en México desde 2023, lo que complicaría aún más su situación. No solo se trata de un escándalo de corrupción; es un entramado que implica a varias instituciones del gobierno, con el Estado reclamando más de 600 millones de dólares por irregularidades en 30 contratos durante su gestión.
Sheinbaum enfatizó que existen al menos tres investigaciones abiertas contra García Luna por parte de la Fiscalía General de la República (FGR), que lo acusan de varios delitos, incluyendo la entrada ilegal de armas a México y el uso indebido de atribuciones. Además, se le investiga por su posible implicación en el asesinato del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio, un caso que sigue siendo un punto oscuro en la historia política del país.
La secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, también se unió a la conversación, destacando que García Luna debe rendir cuentas por su participación en el operativo “Rápido y Furioso”, que permitió la entrada de más de dos mil armas a México de forma ilegal. El eco de estos escándalos resuena en el presente, reflejando una época de corrupción que muchos desean cerrar de una vez por todas.
García Luna, quien fue secretario de seguridad durante el sexenio de Felipe Calderón, fue condenado a 38 años de prisión en Estados Unidos por sus lazos con el narcotráfico, además de recibir una multa de 2 millones de dólares. Sin embargo, no se ha rendido: ha impugnado su sentencia y tiene hasta el 21 de julio para presentar sus argumentos.
En un contexto donde la justicia parece un sueño y la impunidad a veces se siente como la norma, la postura de Sheinbaum y su gobierno es un paso hacia la recuperación de la confianza perdida. La extradición de García Luna y su esposa sería un acto simbólico, pero también un paso tangible hacia la rendición de cuentas. La historia de García Luna no solo es un recordatorio de los excesos del pasado, sino también un llamado a la acción para que la justicia prevalezca. La pregunta es: ¿será suficiente para cambiar la narrativa de impunidad que ha marcado a México?
Con información de PoliticoMX