El choque entre Morena y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) por el tema de las desapariciones en México ha alcanzado un nuevo nivel de tensión. Gerardo Fernández Noroña, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores, no se ha guardado nada y ha calificado al Comité de la ONU de “pandilla de criminales”, tras el anuncio de que se activará un procedimiento para investigar las desapariciones en el país.

El Comité contra la Desaparición Forzada de la ONU hizo esta declaración después de considerar que las desapariciones en México están ocurriendo de forma generalizada y sistemática. La respuesta del gobierno federal, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y, por supuesto, de los morenistas, ha sido rechazar dicha afirmación, alegando que no tiene fundamento.

Noroña, en un arrebato de indignación, leyó un pronunciamiento en el que arremetió contra el presidente del Comité, Olivier de Frouville, acusándolo de actuar de manera sesgada e irresponsable al relacionar al estado con la comisión de desapariciones. “Es una acusación carente de sustento y unilateral”, dijo, y anunció que se presentará una solicitud para que sea sancionado y destituido de su puesto.

La reacción de la oposición no tardó en llegar, y senadores de partidos contrarios criticaron la postura de Noroña, señalando que durante los gobiernos de Morena ha habido una permisividad con este tipo de crímenes, los cuales han aumentado en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador. La indignación de Noroña no ha sido suficiente para ganar el apoyo de sus colegas en esta cruzada contra la ONU.

En medio de este tumulto, Noroña insistió en que el Comité de la ONU violó el procedimiento adecuado. “Reto a Olivier de Frouville a presentar pruebas de las aseveraciones que ha hecho sobre desapariciones sistemáticas y permanentes en nuestro país”, desafió.

Además, no perdió la oportunidad de recordar a los partidos de la oposición, PRI y PAN, la historia oscura de la llamada “guerra sucia” de los años 70. Noroña les recordó que durante esos años, el Ejército Mexicano estaba involucrado en las desapariciones forzadas de manifestantes y guerrilleros, lanzando sus cuerpos al mar desde aviones. “El PRI nunca ha pedido perdón por estos actos”, afirmó. Y, retó a estos partidos a que presenten “un solo caso de desaparición forzada del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, un solo caso, un solo nombre”.

Con este tipo de declaraciones, Noroña no solo busca defender a la administración actual, sino también desviar la atención de las graves acusaciones que se ciernen sobre el país en materia de derechos humanos. La batalla entre la política y la verdad sigue, y más que nunca, el debate sobre las desapariciones forzadas y la violencia en México se vuelve crucial. Mientras tanto, el eco de las palabras de Noroña resuena en los pasillos del Senado, dejando claro que la lucha por la narrativa política está lejos de acabar.

Con información de PolíticoMx.

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