César Emiliano ha salido al paso de las especulaciones sobre su dirigencia en el PRI, desmintiendo los rumores que sugieren que su llegada a la presidencia del partido es resultado de un acuerdo pactado con el grupo que comanda el exgobernador Mario López Valdés, conocido como Malova. En declaraciones recientes, dejó claro que no es un “muñeco de pastel” que pueda ser colocado donde otros deseen.
Durante una reunión en el comité municipal, Emiliano abordó las inquietudes de sus compañeros sobre cómo se gestó su ascenso al liderazgo del PRI, señalando que las versiones que circulan en los pasillos del partido han generado confusión. “Es extraño que usted llegara a la presidencia del PRI, porque ya en los pasillos se corrió el rumor de que esto iba a suceder”, comentó, refiriéndose a la percepción de que su elección fue el resultado de una negociación con el grupo de Malova.
El líder del PRI también se refirió a las alianzas políticas, apuntando que mientras algunos partidos, como el PAN, han manifestado su intención de ir solos en las elecciones, él ha estado en constante diálogo con diversas dirigencias. “Soy de los presidentes que más han hablado en el comité municipal. Nunca he recibido un solo mensaje sobre temas políticos de parte del secretario o del gobernador”, afirmó, defendiendo su autonomía y su compromiso con la militancia.
Emiliano enfatizó que su relación con Malova es de amistad y respeto, y que cualquier insinuación de que su liderazgo es el resultado de un acuerdo oscuro es infundada. “Creo que sería de meditar también el trabajo que he llevado a cabo en el comité municipal”, argumentó, refiriéndose a su trayectoria dentro del partido y su dedicación a la organización.
Con este mensaje, César Emiliano busca reafirmar su posición y dejar en claro que su liderazgo en el PRI se basa en su esfuerzo y compromiso con el partido, no en pactos a espaldas de la militancia. En un entorno político donde las alianzas y las especulaciones son el pan de cada día, su defensa resuena como un llamado a la transparencia y la autenticidad en la política.
La respuesta de Emiliano refleja la tensión y las dinámicas complejas que se viven en el PRI, donde la lealtad y la estrategia son constantemente puestas a prueba en un juego de poder que parece no tener fin.