La presidenta Claudia Sheinbaum se encuentra nuevamente bajo la lupa tras afirmar que “prácticamente todos los medicamentos para atención de cáncer ya están adquiridos y en su lugar”. Sin embargo, el colectivo Nariz Roja no se ha quedado callado y ha lanzado un contundente cuestionamiento: “¿Dónde están los medicamentos?”.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum argumentó que algunos fármacos se adquieren de manera particular, en lugar de hacer compras masivas, lo que ha generado confusión y desconfianza entre quienes dependen de estos tratamientos esenciales. La respuesta del colectivo fue rápida y directa, señalando que, a pesar de las promesas, los medicamentos no han llegado a los hospitales, dejando a muchos pacientes en una situación crítica.
Nariz Roja denunció en sus redes sociales que “la salud de la gente no se puede atender así”. La realidad es dura: el cáncer avanza y las vidas están en juego. La asociación civil recordó que tienen casos de pacientes que requieren medicamentos que pueden costar entre 60 mil y 90 mil pesos por caja. Estos precios exorbitantes solo añaden más presión a familias que ya enfrentan la carga emocional y financiera de luchar contra esta enfermedad.
El compromiso de Sheinbaum y su gabinete de Salud, anunciado el 18 de febrero, de estabilizar el abasto de medicamentos a partir de marzo, parece haber quedado en palabras vacías. Mientras tanto, los pacientes continúan buscando las medicinas que necesitan, a menudo enfrentando la frustración y el desespero de depender de un sistema que parece fallar en cumplir sus promesas.
La situación plantea serias preguntas sobre la gestión del gobierno en temas de salud pública. La insistencia de Sheinbaum en que los medicamentos están disponibles contrasta fuertemente con la realidad que enfrentan miles de pacientes y sus familias. Es hora de que la administración reconozca los problemas y actúe con transparencia. La salud de los mexicanos no puede ser un tema más en la lista de promesas incumplidas. La exigencia es clara: los medicamentos deben llegar a quienes los necesitan, y las palabras deben traducirse en acciones concretas y efectivas.
Con información de Latinus.