En el vibrante universo de la política mexicana, donde las sorpresas nunca dejan de asombrar, la exvelocista Ana Gabriela Guevara se ha convertido en el centro de atención por motivos que no son precisamente dignos de un homenaje. El director de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), Rommel Pacheco, ha confirmado que sí existen carpetas de investigación en su contra, y como era de esperarse, el escándalo ya está servido.

Cuestionado sobre las investigaciones que la apuntan por supuesto desvío de recursos, Pacheco no dudó en afirmar que “sí, desde que yo llegué hay carpetas de investigación abiertas y están siguiendo su curso”. ¡Vaya sorpresa! Quién lo diría, una figura tan querida por todos, ahora en la mira de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y del Órgano Interno de Control de la Conade. Es como si el universo del deporte mexicano estuviera intentando decirnos algo.

Mientras Guevara fue aclamada como una heroína deportiva, ahora su gestión como funcionaria ha sido cuestionada por incumplimientos en la entrega de apoyos y becas a los atletas. No podemos olvidar cómo enfrentó a figuras como la raquetbolista Paola Longoria, quien la demandó por no recibir apoyo durante tres años, o a la exclavadista Paola Espinosa, a quien dejó fuera de la delegación mexicana para Tokio 2020. ¿Quién diría que la mujer que alguna vez corrió por el oro ahora estaría corriendo de la justicia?

Con Pacheco al mando, la Conade ha prometido que “todo lo que esté mal será señalado” y se enviará a las autoridades pertinentes. Claro, porque cuando se trata de evitar la impunidad, las palabras siempre son más fáciles que las acciones. La función de la Conade, según Pacheco, no es la de ser una fiscalía, pero parece que están tomando el camino de la indiferencia y el silencio cuando se trata de rendir cuentas.

Mientras tanto, el exdeportista también se ha comprometido a enfocarse en el impulso del deporte social y la promoción de la salud, como si eso pudiera borrar la mancha de su predecesora. “Después de 21 años, nunca se había aumentado la beca vitalicia a los atletas medallistas olímpicos y paralímpicos”, declaró Pacheco, como si eso fuera suficiente para compensar los años de descuido y desinterés.

El legado de Ana Gabriela Guevara es un recordatorio de que la política y el deporte a menudo chocan de manera desastrosa. La exatleta, que debió ser una defensora de sus colegas, ha terminado siendo el ejemplo perfecto de cómo la ambición puede eclipsar la responsabilidad. Las carpetas de investigación son solo el último capítulo de una saga que ha dejado a muchos preguntándose: ¿dónde quedó la integridad en el deporte mexicano?

La situación actual no solo pone de manifiesto las fallas dentro de la Conade, sino también la necesidad urgente de una transformación profunda en la forma en que se manejan los recursos destinados al deporte. La promesa de un futuro mejor para los atletas se ve empañada por la sombra de la corrupción y el desvío de fondos. Así que, mientras el país observa cómo se desarrollan los acontecimientos, solo queda esperar que la justicia prevalezca, aunque, en este escenario, eso parece ser un deseo más que una realidad.
Con información de PoliticoMx

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