La diputada, MC. Angélica Díaz Quiñónez del Grupo Parlamentario del Partido Sinaloense señaló en tribuna que el tener por primera vez en la historia a una mujer en la Presidencia de la República es una gran oportunidad de cambiar la visión en la gobernanza de este país y una buena política pública que implementó es la creación de una pensión universal para mujeres entre 60 y 64 años.
A nombre del diputado y coordinador de la bancada PASista, Víctor Antonio Corrales Burgueño, aclaró que por supuesto, siguen pendientes muchos otros problemas por resolver, como la violencia que viven las mujeres, la discriminación que sufren, particularmente las indígenas y discapacitadas, así como la falta de un sistema de apoyos para las personas cuidadoras, entre otros más; por lo que, exhortó al resto de los diputados hacer un compromiso para sacar adelante aquellas iniciativas que beneficien a las mujeres sinaloenses.
“El 8 de marzo nos recuerda que la igualdad entre mujeres y hombres es una visión compartida y en esta tarea todos y todas tenemos una gran responsabilidad. En el Día Internacional de la Mujer para este 2025, se hace un llamado a través de la frase, “Igualdad de derechos. Igualdad de oportunidades. Igualdad de poder.” Ello en el contexto del 30 aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing”.
Añadió que lamentablemente en México, la crisis de violencia hacia las mujeres persiste, ya que aproximadamente 500 mujeres son asesinadas en forma violenta cada mes; y en Sinaloa, en lo que va de este año 2025, van 9 mujeres asesinadas, de las cuales 5 se han clasificado como feminicidios y 4 como homicidios dolosos. Además, de manera cotidiana, las mujeres en Sinaloa sufren de violencia y acoso en el transporte público durante sus traslados, por lo que es urgente que tanto el Congreso del Estado como las autoridades de Vialidad lleven a cabo acciones para prevenir y sancionar este tipo de violencia que todos los días acontece en nuestra entidad.
“Ante esto, se observa que aún se encuentran pendientes de implementar las políticas públicas que ayuden a igualar el trabajo doméstico y de cuidados no remunerados que es realizado en su mayor parte por mujeres. Particularmente en México, la Presidenta Claudia Sheinbaum ha iniciado este camino, pero todavía falta mucho por hacer. Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), para el tercer trimestre de 2024 había 21 millones 226 mil personas en México que reportaron no trabajar por dedicarse a labores del hogar, de las cuales 93% son mujeres, lo que equivale a 19 millones 657 mil mujeres”.
La misma encuesta señala que un millón y medio de personas, de las cuales 96% son mujeres, señalaron que la razón por la que no trabajan es porque no tienen quien cuide a sus hijos, ancianos o enfermos, mientras que 58 mil 698 no contaban con un empleo por estar embarazadas y 115 mil 858 mujeres dijeron no dedicarse a una actividad remunerada porque algún familiar no las deja trabajar.
Díaz Quiñonez, citó algunos datos duros en cuestión laboral: En México, solo el 40% de las mujeres trabajan, mientras el 70% de los hombres tienen empleo, siendo la maternidad el factor decisivo. Según datos a nivel mundial de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las mujeres ganan aproximadamente un 20% menos que los hombres. De acuerdo con Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) 2023, la discriminación y la violencia de género persiste en el ámbito laboral; el 27.9% de las mujeres han sufrido violencia y el 16.2% discriminación.
Las mujeres tienen un mayor porcentaje de ocupación en el sector informal en México. Según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), 7 de cada 10 mujeres activas en el mercado laboral son madres, sin embargo, entre más hijos tengan, mayor es la tasa de informalidad. Parte de las condiciones que contribuyen a una brecha salarial es la falta de políticas de conciliación familiar y laboral. Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización Internacional del Trabajo OIT, las mujeres de 15 a 29 años pasan de 40 a 75 horas semanales en esas labores de cuidado de hogar y de la familia.
