México, nuestro País, es una Republica Federalizada, libre y soberana, y por ende, desligada de viejos vicios y ataduras que en otras épocas nos distinguieron.
Y es que, fuimos, pero ya no somos gobernados por una Monarquía… Por esa causa, la Presidenta de México no es más una Reina soberana, y tampoco una Emperatriz.
Por ende, las reverencias que fueron parte de los protocolos que se acostumbraban en las monarquías europeas, y que en alguna época llegaron a nuestro País, hoy deben ser solo trozos de nuestra historia, que para nada deberían estar vigentes en la práctica.
Bueno, al menos así debería de ser, sin embargo, los hechos nos dicen otra cosa.
Nadie debe olvidar, y menos la clase política, que México dejo de ser un Imperio, desde el tratado de Córdoba en 1821, y hasta la instauración de la Republica Federal en 1823.
Claudia Sheinbaum Pardo es la Presidenta de una República, no es, ni debe ser considerada como “su majestad”, o Vuestra Majestad”, a la que en los sistemas monárquicos, “su alteza” debía ser objeto de manera protocolaria y casi obligada una veneración o reverencia a su paso frente a la “plebe”.
Y es que, un saludo, o un acto de cortesía, de diplomacia, y respeto para una figura presidencial son aún aceptables, pero nunca nos deben llevar al extremo de caer en una acción obligada de simulada veneración.
Caer en esos excesos, podría llevarnos a pensar e interpretar como un acto de sumisión y mansa obediencia hacia una jefa de Estado, como es el caso de la Presidenta Claudia Sheinbaum.
LA POLEMICA FOTO DEL DESAIRE.
En el evento del pasado domingo 10 de marzo, celebrado en el Zócalo Capitalino, en el cual Claudia Sheinbaum encabezó su asamblea Informativa, al menos cuatro distinguidos miembros y aliados de MORENA cometieron el error de dar la espalda a la Presidenta en el momento en que hacia acto de presencia en el templete.
Los cuatro personajes involucrados, en la polémica del evento son de alta envergadura política.
1.-El Senador Adán Augusto López Hernández
2.-El Diputado Federal Ricardo Monrreal Ávila.
3.- El Senador Manuel Velasco Coello.
4.- Luisa María Alcalde Lujan, líder nacional de MORENA.
El posible desaire a la mandataria nacional corrió como reguero de pólvora a través de las redes sociales y los medios convencionales de información de todo el País.
La interpretación del presumible acto de insurrección de los morenistas para con su Presidenta, ha sido objeto de la especulación, no solo de los adversarios políticos de la Cuarta Transformación, sino de sus mismos aliados.
LAS OBLIGADAS Y NECESARIAS DISCULPAS.
Ante los hechos y la andanada de críticas y señalamientos recibidos, pero sobre todo, por la preocupación de haber molestado a la jefa política, los implicados, ni tardos ni perezosos se disculparon públicamente.
ADAN AUGUSTO López Hernández se disculpó escribiendo; “Presidenta Claudia Sheinbaum, le ofrezco una disculpa, porque en la emoción del momento, nunca escuchamos que usted ya estaba en el corazón la Patria”.( El Zócalo).
RICARDO Monrreal Ávila, expuso en su texto; “El entusiasmo desbordado nos contagió, y no advertimos a la Presidenta, por lo que le expreso mi disculpa sincera”.
MANUEL Velazco Coello, pidió disculpas a Claudia Sheinbaum en su nombre, e incluyo en su mensaje exculpatorio a sus amigos Adán Augusto López, y Ricardo Monrreal, ofreciendo la siguiente frase; “Por la emoción del evento de la unidad en el Zócalo, no escuchamos cuando llegó y pasó junto a nosotros”.
LUISA MARIA Alcalde, envió también el siguiente mensaje con destino presidencial; “Los opositores pretenden desviar la atención, y por un descuido en el protocolo que no debió pasar no disminuye ni opaca el cariño que el pueblo entero le expresó en la mayor plaza pública del País.
La lideresa de Morena, remata diciendo a la Presidenta; “Usted es nuestro orgullo”.
Interesantes las manifestaciones de disculpa ofrecidas a Claudia Sheinbaum Pardo por sus correligionarios políticos, por tan “grave” e imperdonable desatención.
Fue, creo yo, un elocuente mensaje mezcla más de temor que de arrepentimiento.
Lo que sí es indiscutible, es la carga importante de sumisión a la investidura presidencial que los mensajes llevan impresos.
Y ante ello, surgen las necesarias e indispensables preguntas.
1.- ¿ Pesa mucho el recuerdo en el ánimo de los personajes antes mencionados, la práctica del presidencialismo de antaño, en donde el famoso besa manos al jefe de la Nación era un gran ritual, no obstante haber sido tan criticado precisamente por la oposición que ahora nos gobierna?.
2.- Fue en verdad un descuido, o acaso un acuerdo intencional encaminado a dejar una sutil evidencia de supuestos desacuerdos políticos que dicen existen con la Presidenta?.
3.- ¿Sera, entonces una coincidencia que los cuatro personajes de marras, están identificados como gente estrechamente ligada al ex Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien estaría lanzando dardos venenosos para quien pudiera pensar que ya dejo el poder?.
4.-¿ O Seria tal vez, una casualidad que el motivo del descuido de los cuatro personajes se debió a la idea que en mal momento tuvieron de tomarse una foto del recuerdo nada más y menos que, con Andrés Manuel López Beltrán, el hijo de AMLO?.
Sobra decir que la foto del desencanto en pocos minutos se viralizo en las redes sociales, causando morbo, risas, ironías y burlas para los supuestos “despistados”.
El mismo Presidente del Senado y aguerrido miembro de MORENA Gerardo Fernández Noroña, ironizo sobre el polémico incidente asegurando que el grupo de camaradas estaba “papaloteando”…
“Fue un tiro de Mala puntería”, ironizo de manera letal el también controvertido Fernández Noroña.
Son cosas pues que ocurren en el polémico mundo de la política… Nos veremos enseguidita.