El dialogo que a continuación les comparto, ocurrió en una parada del transporte urbano, ubicada en el mero corazón de Culiacán, la capital sinaloense.
¡Comadre Apolonia!!… “Cuanto tiempo sin verla…”Mira nomas onde me la vuelvo a topar”, gritaba a pecho abierto la muer aquella.
Voltea al instante la Dama aludida, dejando entrever cierto asombro ante el grito efusivo de su presunta comadre.
¿No me diga que usted es “La Chela” del ranchito El Mogote Alto y esposa de Chivete Santos?, quiso saber la otra mujer.
“La misma que usted “lica” Comadre Apolonia”…La misma que conoció “usté” allá en nuestro querido Ranchito, respondió Doña Chela, casi forzando el abrazo de Apolonia, quien bajando la voz le dice… “Aquí me dicen “Poly” Comadre, de favor ya no me diga Apolonia.
“Ta bueno Comadrita, ya me habían dicho que “amejoró” mucho su acomodo aquí en Culiacán y que ahora era más “cocachi” que alla en el Mogote.
Pues algo hay de eso… ¿Y, a ustedes como los ha tratado la vida aquí en Culiacán?, quiso saber “Poly, buscando de alguna manera suavizar y armonizar la plática en aquel casual e incómodo encuentro con su pasado.
“Pos que le digo… Ahí la llevamos… Le cuento que su compadre “Chivete” consiguió un solarcito alla por los rumbos de las 7 Gotas, y ahí batallando estamos levantando una casita.
“Ahhh que bien Comadrita, pues a nosotros, la verdad acá nos ha ido muy bien, porque Dionisio mi marido, que aquí por cierto, le dicen “El Nicy”, nos compró una casa en Valle Alto, donde en tiempo de aguas nos acordamos mucho del “arroyo del venado”, pero el resto del año se vive a todo dar.
¿Y por cierto, que anda haciendo por estos “lares”?, pregunta Poly a Chela.
“Pues ando dando la vuelta por algunas tiendas, “pa” ir viendo algunos trapos de invierno que les quiero comprar a los plebes, que los traigo casi “bichis”.
¿Y ya les encontró algo?… No veo que traiga nada en las manos, preguntaba con algo de sorna la comadre Apolonia.
No señora, responde Chela con singular humildad, lo que pasa es que ando checando para volver en unos días más y aprovechar el BUEN FIN.
“Ahhhh el famoso BUEN FIN…. Pues a mí en lo particular, lo que más me interesa, es el otro BUEN FIN, expresa Dona “Poly”.
¿Habrá dos? Pregunta “Chela” con ansias.
Ayyy comadre… Nunca se le quito lo ingenua…“Yo me refiero al BUEN FIN de la guerra que se han declarado los grupos de “Narcos” en Sinaloa.
“Ese BUEN FIN si me interesa Comadre… Es que ya tengo ganas de sacar mi camioneta Cheroke de la cochera, dijo “Poly” al tiempo de despedirse de manera apresurada de su comadre “Chela”.
“Gusto de verla comadreee”….”Ahí viene mi camión”….”Nos vemos luego”, alcanzo a gritar la avecindada en el fraccionamiento Valle Alto, mientras abordaba su emergente medio de transporte.
“Chela” se queda parada…Mirando alejarse el camión urbano con su comadre a bordo…
Luego, la originaria del alejado rancho “El Mogote alto” esboza para sí misma una frase que, aunque casi imperceptible, alcance a escuchar… “Y deveras que a mi Comadre Apolonia le hace falta el OTRO BUEN FIN… Es decir, el de los balazos… Nos veremos enseguidita.