Morena y aliados tenían prisa por aprobar la minuta de supremacía constitucional, tanta, que no discutieron una reserva de un diputado de la 4T que habían votado tanto a favor como en contra al final de la sesión
Morena y aliados tenían prisa por aprobar la minuta de supremacía constitucional, tanta, que no discutieron una reserva de un diputado de la 4T que habían votado tanto a favor como en contra al final de la sesión.
La confusión se dio luego de que Ernesto Prieto Gallardo, diputado de Morena y último orador de la discusión en lo particular, presentó una reserva, la cual retiró al final de su intervención en medio de reclamos de panistas y aplausos en las curules de la 4T.
Cuando Sergio Gutiérrez Luna, presidente de la Cámara de Diputados, comentaba que se había agotado la lista de oradores, Hugo Rosas, secretario de Servicios Parlamentarios, se acercó a él para comentarle que tenía que preguntar al pleno si se aceptaba o no a discusión la propuesta.
Gutiérrez Luna, aun con cara de duda, pidió a la diputada secretaria de la Mesa Directiva que consultara a la asamblea si se aceptaba a discusión o no la reserva de Prieto Gallardo, por lo que Morena y aliados, también confundidos, levantaron las manos en ambos casos, pero finalmente, se desechó.
Visiblemente molesto, Éctor Jaime Ramírez Barba, diputado del Partido Acción Nacional (PAN), pidió la palabra para rectificación de hechos, pero se lo negó Gutiérrez Luna, por lo que Margarita Zavala, de la bancada panista, protestó desde su curul.
“¡Ellos votaron también a favor, se abre la discusión, no le tengan miedo a la discusión, no, dictadura, eso es lo que son, dictadura! ¡Dictadura! ¡Dictadura!”, comenzó a gritar, por lo que otros diputados como Ramírez Barba, Paulina Rubio, Roció González y Héctor Saúl Téllez Hernández se sumaron a la protesta.
De los gritos de “¡Dictadura! ¡Dictadura!”, que al menos se escuchó al menos en cuatro momentos distintos, Ramírez Barba cambió a los de “¡Cobarde! ¡Cobarde! ¡Cobarde!”, hacia el presidente de la Cámara de Diputados, a lo que también se sumaron varios diputados del PAN.
“¡Orden en la asamblea! ¡Orden en la asamblea, por favor!”, respondió Gutiérrez Luna y aclaró a la diputada Zavala que la presidencia de la Mesa Directiva se atuvo a la indicación de la diputada secretaria.
“Ahora sí, abra el sistema de votación”, pidió, la cual arrojó 343 votos de Morena y aliados a favor, y 129 abstenciones.
Antes, Olga Sánchez Cordero, diputada de Morena, subió a tribuna donde destacó que “esta reforma apunta hacia un escenario en el que se rescate el poder soberano menguado durante las últimas cuatro décadas”.
“Integra un modelo de ingeniería constitucional que abandone el principio de progresividad y nos lleve a criterios que ha validado la Corte en torno a la capacidad que tiene el pueblo de México para determinar su futuro. Eso en ningún momento es contrario a la defensa y promoción de los derechos humanos”, aseguró.
Durante la intervención de Sánchez Cordero, panistas como la coordinadora Noemí Berenice Luna y Paulina Rubio con el puño derecho en todo lo alto y Saúl Téllez, entre otras, gritaban desde sus curules: “¡Regresa la pensión! ¡Regresa la pensión! ¡Regresa la pensión!”.
En tono sarcástico, Germán Martínez, diputado del PAN, animó a las bancadas de Morena y aliados a “hacer decretos, que la Constitución diga de una vez por todas que cualquier decreto de la presidenta es la Constitución”.
“Anímense de una vez, se los firmamos, no anden con… Decretos presidenciales que sean la Constitución. Caprichos presidenciales que sean la Constitución. Deseos presidenciales, que sean la Constitución. Lo que le venga en gana a la presidenta emperatriz de México que sea la Constitución. ¡Viva la emperatriz López de Santa Anna!”, cerró en medio de un par de mentadas de madre desde la bancada del PT.
José Manuel Hinojosa Pérez, del PAN propuso guardar los nombres de cada diputado federal que vota a favor, “porque van a querer lavarse las manos un día y no les vamos a permitir que se les olvide que hoy decidieron arrojar a México a los leones de la dictadura”.
Menos sutil que Germán Martínez, el panista Hinojosa, se despidió con esta frase: “Ojalá la ley tuviera espinas para que al menos les doliera cuando se las pasen por los huevos”.