Culiacán, Sin.- En el escenario político de Sinaloa, el nombre del próximo Secretario General de Gobierno se ha convertido en uno de los temas más comentados. Con la salida inminente de Enrique Inzunza Cazarez para asumir su nueva responsabilidad como Senador de la República, las especulaciones sobre su sucesor no han tardado en aparecer. En su más reciente conferencia, el gobernador Rubén Rocha Moya, dejó entrever algunas de las opciones que está considerando, lo que ha encendido aún más la discusión.
Con el 1 de septiembre marcado en el calendario como la fecha en que Inzunza Cazarez tomará protesta en la Ciudad de México, el gobernador Rocha ha mencionado que en las próximas semanas tomará una decisión definitiva, dejando temporalmente a Rodolfo Jiménez como encargado del despacho.
Dos nombres han salido a la luz como los principales contendientes para ocupar esta posición clave en el gobierno estatal: Feliciano Castro Meléndrez y Edgar González Zatarain.
Feliciano Castro Meléndrez, actual presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, es un nombre que resuena con fuerza. Su cercanía con el gobernador y su experiencia en el ámbito legislativo lo posicionan como un candidato natural para asumir este cargo de gran responsabilidad. La capacidad de Castro Meléndrez para maniobrar en el complejo entorno político del estado, así como su lealtad demostrada hacia la administración de Rocha Moya, le otorgan una ventaja significativa.
Por otro lado, Edgar Augusto González Zatarain, alcalde de Mazatlán, también ha sido mencionado como un posible sucesor. Su administración en Mazatlán ha sido marcada por desafíos significativos, y su experiencia en el gobierno local podría ser vista como un activo para la administración estatal, y lo más importante sacar adelante una elección prácticamente perdida. Sin embargo, existe la posibilidad de que González Zatarain sea considerado para otra secretaría, lo que añade un elemento adicional de incertidumbre al proceso de selección.
El gobernador Rocha Moya indicó que aprovechará la experiencia de diputados y presidentes municipales que no buscaron la reelección, lo que reduce el espectro de posibles candidatos. Esta decisión, sin embargo, no es meramente administrativa; se trata de una elección que podría influir en la estabilidad y la dirección del gobierno estatal en un momento crítico.
Con la fecha límite acercándose, la decisión final del gobernador será observada de cerca no solo por los actores políticos locales, sino también por los ciudadanos que buscan un liderazgo sólido en la Secretaría General de Gobierno. Sea cual sea la elección, lo que es claro es que el sucesor de Inzunza Cazarez tendrá una gran tarea al frente, y su desempeño podría definir el legado de esta administración. Nos leemos luego.
