Recuerdo con claridad aquellos domingos familiares en los que nos sentábamos frente al televisor para disfrutar de una película de Cantinflas en el Canal de las Estrellas. Una de mis escenas favoritas era cuando Cantinflas redactaba cartas y, al final, cerraba con la frase “sufragio efectivo, no reelección”. Aunque en ese entonces no entendía completamente su significado, me parecía una frase poderosa. Irónicamente, hoy en día, esa misma frase resuena con una amarga ironía en la política sinaloense.
La Hipocresía de Morena y la Reelección
Es sorprendente observar cómo Morena, el partido que alguna vez aborreció la reelección como un mal para México, ahora la aprovecha y organiza foros en su contra, en un acto de desvergonzada hipocresía. Basta con revisar cuántos diputados locales y federales, alcaldes y senadores de Morena han sido reelectos. Algunos de ellos han logrado mantenerse en el poder hasta por nueve años. Es increíble cómo, por su afán de ser sumisos y obedientes a Claudia Sheinbaum, ahora deprecian la reelección.
La Dignidad Política en Sinaloa
En Sinaloa, la dignidad en la política parece ser una cualidad en extinción. La oposición y aquellos en el poder actúan de manera similar, y la reelección se ha convertido en una herramienta para perpetuar su estancia en el poder. La pregunta que surge es: ¿por qué cuando fueron nombrados candidatos en su primera o segunda reelección no se opusieron? ¿Por qué no dijeron “señores, no estoy de acuerdo, llamen a otro cuadro”? La respuesta es sencilla: la doble moral y la doble cara reinan en la política sinaloense.
La Realidad de la Reelección
La reelección, que debería ser un mecanismo para premiar a los buenos gobernantes y dar continuidad a proyectos exitosos, se ha convertido en un juego de poder y conveniencia. Los datos hablan por sí solos: en las elecciones de 2021, el 70% de los diputados que buscaron la reelección en México lo lograron. Y en Sinaloa, la situación no es diferente. Políticos que prometieron no buscar la reelección ahora se aferran a sus cargos con uñas y dientes, demostrando que sus promesas no eran más que palabras vacías.
La Crisis Ética en la Política Mexicana
La hipocresía de la reelección es solo una muestra más de la crisis ética que atraviesa la política en Sinaloa y en todo México. Mientras los políticos sigan priorizando sus intereses personales sobre el bienestar de la ciudadanía, seguiremos viendo cómo la dignidad y la moralidad se erosionan en el escenario político. Es momento de exigir coherencia y responsabilidad a nuestros líderes, y de recordarles que el verdadero poder reside en el pueblo, no en los cargos que ocupan.