Cuando alcanzamos la mayoría de edad, solemos escuchar la misma advertencia de nuestros padres: “Mi casa, mis reglas”. Solo cuando cubrimos nuestros propios gastos, podremos tomar nuestras decisiones. Este principio parece aplicarse también al Salón de la Fama en Culiacán, donde las malas prácticas han hecho que la autonomía se convierta en un sinónimo de anarquía.
… Vergüenza para el Alcade Juan de Dios Gámez Mendivil…
El reciente escándalo en el Salón de la Fama ha dejado al alcalde en una posición vergonzosa. Los responsables del salón, quienes se jactan de su autonomía, han hecho y deshecho a su antojo, ignorando por completo cualquier reglamento establecido. “A criterio” es la frase que utilizan para justificar sus decisiones arbitrarias, lo cual nos lleva a preguntarnos: ¿Dónde queda el reglamento? ¿Acaso se lo pasan por alto como si nada?
… La Comisión de Juventud y Deporte: Un Adorno Inútil…
La Comisión de Juventud y Deporte, encargada de supervisar estas elecciones, parece estar de adorno. En esta última elección, ningún candidato cumplía con los requisitos, pero la autonomía se impuso y las reglas fueron ignoradas. El Instituto Municipal del Deporte de Culiacán (IMDEC), encargado de regular estas actividades, también hizo la vista gorda, demostrando una falta de interés alarmante.
… El Problema No Son los Nuevos Miembros, Sino los Dueños del Salón…
No se trata de quienes han sido elegidos para ingresar al Salón de la Fama. Felicitamos a Clarisa Pérez Rojo (softbol), Demian Alfonso Hernández (ampáyer), Jorge Luis Téllez (cronista) y Víctor Manuel Vargas Castro (promotor) por su reconocimiento. El problema radica en los que se creen dueños del salón, que hacen lo que quieren mientras el Cabildo queda como una cueva de payasos, incapaz de imponer orden y respeto.
… El Alcade Juan de Dios Gámez: Un Líder Pasivo y Complaciente…
El alcalde, ya sea por desconocimiento o desinterés, ha permitido que esta situación persista. Su incapacidad para implementar un reglamento firme y vigente lo ha dejado como un líder complaciente, un “agachón” que se queda callado ante cualquier abuso de poder.
… La Solución: “Mi Casa, Mis Reglas”…
Si el gobierno municipal quiere eximirse de responsabilidad, la solución es simple: imponer las mismas condiciones que un padre en su hogar. “Mi casa, mis reglas”. Mientras no tomen las riendas y regulen las decisiones sobre el uso de instalaciones, personal y recursos, seguirán siendo cómplices de esta deshonra.
El Alcade Juan de Dios Gámez ha sido nuevamente exhibido, esta vez por la complacencia del IMDEC, quedando como un líder pasivo que permite que otros hagan lo que les plazca “a criterio”. Esta situación demanda una acción inmediata y firme, porque en una casa bien gobernada, las reglas se respetan y se hacen cumplir.