La política mexicana atraviesa uno de sus momentos más oscuros con la aprobación de la reelección de Alejandro Moreno y Carolina Viggiano en el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Esta decisión, respaldada por aquellos que dirigen el PRI en Sinaloa, no solo es un insulto a los principios democráticos, sino también una muestra flagrante de la ausencia de dignidad y ética en la cúpula del partido.

…  La Ambición Desmedida de Alejandro Moreno … 

A inicios de julio, el PRI aprobó en asamblea una serie de reformas que permiten la reelección de Moreno y Viggiano hasta el año 2032. Este acto infame no responde a las necesidades del partido ni al clamor de sus militantes, sino a la ambición desmedida de unos pocos que, sin escrúpulos, buscan perpetuarse en el poder. Alejandro Moreno, conocido como “Alito”, ha demostrado ser el prototipo del político que se aferra al poder a cualquier costo. Su solicitud de licencia para participar en el proceso interno de renovación de dirigencia es una burla a la inteligencia de los ciudadanos y una muestra más de su desprecio por la democracia interna. 

… La Marioneta de Graciela Ortiz …

Graciela Ortiz, perfilada para sustituirlo temporalmente, no es más que una marioneta en este circo de la perpetuación del poder. Que el PRI en Sinaloa haya apoyado esta decisión no es sorprendente, pero sí sumamente decepcionante. Los líderes de esta región han demostrado una vez más no tener un ápice de dignidad. Su respaldo a estas reformas no solo perpetúa un liderazgo corrupto y desgastado, sino que también traiciona a sus propios militantes y votantes, quienes merecen una dirigencia comprometida con el cambio y la transparencia, no con el reciclaje de figuras caducas.

… La Traición de Carolina Viggiano …

La inclusión de la reelección de la Secretaría Ejecutiva, ocupada por Viggiano Austria, en estas reformas es otro clavo en el ataúd de la credibilidad del PRI. Esta maniobra no tiene otro propósito que el de consolidar el control absoluto de un pequeño grupo de poderosos que se resisten a ceder el timón. Rubén Moreira, coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, ha confirmado este proceso interno, lo que solo añade sal a la herida. La licencia de Moreno y Viggiano como legisladores para enfocarse en su reelección es un claro indicio de que sus intereses personales están muy por encima de las necesidades del pueblo mexicano. Esta situación es un recordatorio amargo de cómo el poder puede corromper y desvirtuar la verdadera esencia de la política.

… Un Llamado a la Reflexión … 

Es imperativo que el PRI y sus miembros reflexionen profundamente sobre el grave error que están cometiendo. La democracia interna y la renovación genuina de liderazgos son esenciales para la supervivencia y fortalecimiento de cualquier organización política. Aferrarse a figuras como Alejandro Moreno y Carolina Viggiano solo conducirá a un mayor desprestigio y a la inevitable desconfianza de sus bases. 

… Un Futuro Desalentador … 

La reelección de Alejandro Moreno y Carolina Viggiano no es solo una afrenta a los principios democráticos; es una demostración descarada de cómo el poder puede ser manipulado y corrompido sin ningún tipo de remordimiento. El PRI debe cambiar de rumbo urgentemente, privilegiando la transparencia, la renovación y un verdadero compromiso con la ciudadanía. Solo así podrá recuperar la confianza y el respeto que alguna vez tuvo en el panorama político mexicano. En definitiva, la aprobación de esta reelección es una mancha imborrable en la historia del PRI y una prueba irrefutable de que, en su dirigencia actual, la dignidad y la ética brillan por su ausencia.