La gran elección presidencial de México está ya muy cerca, y conforme se acerca el esperado 2 de junio, la ríspida competencia se torna cada día más intensa.

Perfiladas hacia la recta final de la carrera se observan solo a dos mujeres; Las candidatas Claudia Sheinbaum Pardo, y Bertha Xóchitl Gálvez Ruiz.

El único varón en la competencia Jorge Álvarez Máynez, se quedó muy relegado, por lo que se tendrá que conformar con haber robado cámara en esta histórica jornada electoral.

Y es que la lucha política es ya entre los dos reconocidos bandos de poder.

Claudia, apoyada por Morena y sus aliados, en su pretensión de poder construir el segundo piso del simbólico edificio de la Cuarta Transformación.

Y Xóchitl, impulsada por la fuerza que les resta a los viejos partidos del PRI, PAN y PRD, tratando a toda costa de impedir que sus odiados adversarios, sigan escribiendo su propia historia.

Pero todos, enfrascados en lo que a mi juicio personal podría calificarse como una indiscutible guerra de lodo.

Una guerra sin cuartel, en la que el objetivo de los grupos antagónicos pareciera consistir en ensuciar y denigrar en la mayor medida posible la imagen de sus respectivas candidatas y la de sus impulsores.

Lamentable es aceptarlo, pero la realidad nos indica que las propuestas y proyectos de acción de las dos aspirantes a la silla presidencial de nuestra Nación, en esta campaña estarían pasando a segundo término.

Así nos lo indican las guerras que se han generado luego de la celebración de los dos debates organizados por el INE.

Han sido dos debates, en donde la gran discusión ciudadana se ha tornado en saber, no tanto quién presento las mejores propuestas, sino quien exhibió, ridiculizó y atacó de manera más certera y efectiva a su principal contrincante y por ende, ganó el debate.

Dos debates, que en mucho me recuerdan, aquella vieja y bullanguera canción titulada “Burundanga”, interpretada por la Cubana Celia Cruz y la Sonora Matancera, que a la letra decía:

“SONGO LE DIO A BORONDONGO, BORONDONGO LE DIO A BERNABE, BERNABE LE PEGO A MUCHILANGA, LE HECHO A BURUNDANGA, LE JINCHA LOS PIES”.

Mucha similitud se puede encontrar entre la letra de la canción antes enunciada y el golpeteo que a diestra y siniestra se está dando entre los simpatizantes y detractores de unos y otros bandos.

Pero, cierto es también, que los debates, considerados y aceptados como un necesario ejercicio de la democracia, generan a la vez una controversial discusión y un desbordamiento de las pasiones políticas entre los seguidores, simpatizantes y fanáticos, que afanosamente buscan defender y agenciar el éxito de su participación a la candidata presidencial de sus simpatías.

Y es que, expertos en el comportamiento social, dicen que el papel que las, y el candidato realicen durante su participación en los debates, influyen de manera importante en el comportamiento de las preferencias ciudadanas en favor o en contra de su aspiración política.

Por cierto, ayer mismo, la reconocida encuestadora “Massive Caller” ofrece el resultado de un trabajo de auscultación ciudadana realizada luego del segundo debate presidencial.

La citada empresa, ha causado un inusitado revuelo nacional, luego de ofrecer unos datos que indican un empate técnico en 38 Por ciento, entre Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez.

Y es que, hasta este día, Massive Caller es la única encuestadora seria y de prestigio reconocido, que ofrece un crecimiento tan interesante de la candidata de la alianza opositora integrada por PRI-PAN y PRD.

Con la publicación de la encuesta de Massive Caller, Xóchitl Gálvez, y su equipo se envalentonaron y dentro de su regocijo aseguran que esta tendencia ya no la para nadie.

Pero claro, desde el grupo de Claudia Sheinbaum se desacreditan los números ofrecidos por la encuestadora, asegurando que nada tiene que ver con la realidad, ya que su ventaja sobre Xóchitl Gálvez es muy grande y por lo tanto irreversible.

Así las cosas hasta este día… Por nuestra parte, seguiremos la huella de la contienda…Nos veremos enseguidita.