El viraje de Malova reflejó una sola cosa: sus lealtades siempre han estado en el mismo lugar, con sus amigos y su grupo. Su jugada fue una finta, para después quedarse en el mismo lugar: con su grupo.

La jugada de Malova y ¿cómo jugará Paloma? ¿Cómo tomará nota Alito?

En la política, la traición y los giros inesperados son moneda corriente. En esta ocasión, es importante resaltar el papel de Malova en la promoción y presentación de Paola Garate y Bernardino Antelo, lo cual plantea la posibilidad de una traición hacia Paloma Sánchez.

Inicialmente, Malova respaldó públicamente a Paola y Bernardino, generando expectativas y confianza en su lealtad hacia Paloma. Sin embargo, debemos ser cautelosos y tener en cuenta que la política está llena de sorpresas y traiciones.

Malova ha dejado claro que su verdadera lealtad está en otro lugar, lo que plantea interrogantes sobre la fidelidad de aquellos a quienes él impulsó. La traición es un elemento recurrente en la política y no podemos ignorarlo para evitar caer en la desilusión.

Es crucial que Paloma Sánchez esté alerta y evalúe cuidadosamente las acciones e intenciones de quienes la rodean. La política es un juego complicado y solo aquellos que se mantienen fieles a sus principios y valores pueden tener éxito en este ámbito.

Esperemos que Paloma encuentre la fortaleza y sabiduría necesarias para tomar decisiones acertadas y rodearse de personas leales y comprometidas con su proyecto. Aunque la traición sea una realidad innegable, también existen individuos íntegros y honestos en la política que pueden marcar la diferencia. El problema es encontrar a esos personajes en un partido que se ha basado en la traición y la mentira.

Aprendamos de las lecciones del pasado y trabajemos juntos para construir un sistema político basado en la lealtad, la transparencia y el bienestar de la sociedad. Solo así podremos superar las traiciones y avanzar hacia un futuro mejor. Por ahora, en la próxima elección, Paloma está a punto de no entender este asunto.

La historia de Sinaloa nos ha dicho que las traiciones germinan pero no dan buenos frutos… Y ya estamos hartos de experiencias amargas y de la política de los mismos que se resisten a irse.