En casos graves, la anemia puede causar deficiencias en el desarrollo cognitivo y motor de los niños y las niñas

La anemia es una enfermedad en la que el número de glóbulos rojos, o la concentración de hemoglobina en los glóbulos rojos, es inferior a lo normal. Afecta sobre todo a mujeres, niños y niñas.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la anemia se produce cuando no hay suficiente hemoglobina en el cuerpo para transportar oxígeno a los órganos y tejidos.

En casos graves, la anemia puede causar deficiencias en el desarrollo cognitivo y motor de los niños y las niñas. También puede causar problemas a las mujeres embarazadas y a sus bebés.

Según la OMS, provoca síntomas como fatiga, reducción de la capacidad para realizar trabajo físico y dificultad para respirar. La anemia es un indicador de mala nutrición y otros problemas de salud.

Estos son algunos síntomas comunes:

Cansancio.

Mareos o sensación de aturdimiento.

Frío en manos y pies.

Cefalea.

Disnea, especialmente al realizar esfuerzos.

La anemia grave puede causar síntomas más importantes, como:Palidez de las mucosas (boca, nariz, etc).

Palidez de la piel y debajo de las uñas.

Respiración y ritmo cardíaco acelerados.

Mareos al ponerse de pie.

Aparición de hematomas con más facilidad.

El tratamiento y la prevención de la anemia dependen de la causa subyacente de la enfermedad. Hay muchas formas eficaces de tratar y prevenir la anemia.

Introducir cambios en la dieta puede ayudar a reducir la anemia en algunos casos, como por ejemplo:

Consumir alimentos ricos en hierro, folato, vitamina B12, vitamina A y otros nutrientes.

Seguir una dieta sana y variada.

Tomar suplementos si así lo recomienda un profesional cualificado de la salud.

La anemia puede estar causada por otras afecciones de salud. A este respecto, cabe adoptar las siguientes medidas:

Prevenir y tratar el paludismo.

Prevenir y tratar la esquistosomiasis y otras infecciones causadas por geohelmintos (gusanos parásitos).

Vacunarse y practicar una buena higiene para prevenir infecciones.

Controlar enfermedades crónicas como la obesidad y los problemas digestivos.

Esperar al menos 24 meses entre embarazos y usar anticonceptivos para prevenir embarazos no deseados.

Prevenir y tratar el sangrado menstrual abundante y las hemorragias antes o después del parto.

Retrasar el pinzamiento del cordón umbilical después del parto (no antes de un minuto).

Tratar los trastornos hereditarios de los glóbulos rojos, como la enfermedad de células falciformes y la talasemia.