“No se conocen los costos y cuántas fueron las familias beneficiadas”, manifestó el diputado Gene René Bojórquez Ruiz.
Para el Grupo Parlamentario del Partido Sinaloense las decisiones clave en la administración financiera del sector público tienden a estar basadas más en la necesidad política que en un análisis cuidadoso de los resultados futuros. Por ello el uso eficiente de los recursos públicos es determinante para la calidad de vida de la ciudadanía. La esencia del gasto público reside en conseguir un máximo beneficio para la sociedad y esto en muchas ocasiones no es prioritario, informó el diputado Gene René Bojórquez Ruiz.
Como ejemplo de lo no prioritario tenemos la inversión de 20 millones de pesos qué en 2023 se hizo al denominado Triángulo de la Bondad, donde no se tienen resultados, más que ayudar a la gente es mero “turismo legislativo”; por ello la pregunta es si se puede conocer en que se gastó ese recurso, saber si llegó a la población más necesitada, y junto a ello cuál fue el impacto de esos 20 millones de pesos?
“Debo señalar que el pasado 12 de diciembre giré un oficio a esta comisión y a su oficina secretario, donde solicité información sobre el desglose de los 20 millones de pesos, y a la fecha, no he recibido respuesta, aun cuando ha pasado el tiempo que marca la ley para otorgarme una contestación, no queremos pensar mal, pero las comunidades de ese sitio ni siquiera conocen a los “embajadores legislativos” que dicen han ido a esas comunidades”
No se tiene registro de la compra de gallinas ponedoras ni la siembra de árboles de aguacate que tanto pregonan.  Se requiere información, conocer cuánto se adquirió, cuanto se distribuyó, cuáles fueron los costos y cuántas fueron las familias beneficiadas”, manifestó el diputado Gene René Bojórquez Ruiz.
Para el Partido Sinaloense es primordial vigilar que las acciones se encuentren encaminadas al interés público, aunada a una buena y clara rendición de cuentas, así como que exista transparencia en la información al alcance de todos, para evitar precisamente la discrecionalidad sobre la ejecución del gasto público, porque en el informe todo se ve muy bien, pero la realidad es lo contrario.