Esta es la última del año. Nos vemos en el 2024, ¡fugaaaa!

El fin de año se acerca y con él llegan las tradiciones que nos caracterizan como sociedad. Sin embargo, es importante recordar que la diversión no debe poner en riesgo nuestra seguridad ni la de los demás. En esta columna, abordaremos la problemática que se presenta en Sinaloa durante la celebración de Año Nuevo y haremos un llamado a festejar con responsabilidad y respeto.

En Sinaloa, la despedida del año se lleva a cabo de una manera peculiar, pero peligrosa: con disparos al aire. Esta práctica ha generado múltiples accidentes y, lamentablemente, ha cobrado vidas debido a balas perdidas. Además, el uso irresponsable de pirotecnia ha causado graves lesiones, desde la amputación de extremidades hasta quemaduras severas e incluso la pérdida de vidas.

Es alarmante ver cómo estas tradiciones se convierten en actos de riesgo para la población. Por ello, es fundamental tomar conciencia de las consecuencias que pueden derivar de estas prácticas irresponsables. No podemos permitir que la alegría de recibir el nuevo año se vea empañada por tragedias evitables.

Es por eso que hacemos un llamado a todos los sinaloenses y a aquellos que se suman a estas celebraciones a festejar con responsabilidad y respeto. Es posible disfrutar de la llegada del año nuevo sin poner en peligro nuestras vidas ni la de los demás. 

En otros estados de la república, las tradiciones varían, y se acostumbra más cenar en familia, sacar las maletas, comer las uvas y usar calzones de colores. Estas costumbres, aunque menos peligrosas, también deben ser llevadas a cabo con responsabilidad y respeto.

El inicio de un nuevo año es motivo de alegría y esperanza. Es un momento para reflexionar sobre lo vivido y proyectar nuestros deseos y metas para el futuro. Sin embargo, no debemos olvidar que la seguridad y el bienestar de todos deben ser prioridad en estas celebraciones.

Así que, en esta última columna del año, hago un llamado a todos los lectores a disfrutar de la llegada del 2024 con responsabilidad y respeto. Celebremos en compañía de nuestros seres queridos, cuidando de nuestra integridad y la de los demás. Recordemos que la verdadera felicidad radica en compartir momentos especiales, no en poner en riesgo nuestras vidas.

¡Feliz Año Nuevo para todos! Que este sea un año lleno de bendiciones, éxitos y sobre todo, de celebraciones seguras y responsables.