La rueda de prensa convocada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), al inicio de esta semana, dejó en claro que lo que le falta a su dirigencia es visión. Aunque no todos se manifiestan tan abiertamente como Oscar Valdez, quien demostró entenderle mejor a este mundillo de la política en el que se debe buscar a los mejores para hacer equipo y no quedarse en los complejos personales.

Paola Gárate no ha mostrado, hasta el momento, ninguna cualidad que nos haga saber el por qué es la dirigente estatal del PRI. Ha sido, cuando menos desde su arribo a dicha posición, busca pleitos, despreciativa, impositiva y fuente de conflictos, junto con sus allegados.

El partido, de cuyas riendas se hizo cargo hace pocos meses, ha pasado de mostrar una fuerza de 350 mil electores, resultado del 2021, a ser la sombra de un movimiento que, tal vez, pudiera ganar la sociedad de alumnos de alguna secundaria de comunidad rural.

No se ve talento, se ha quedado atrás de Roxana y Oner que demuestran el deseo de crecer, como partido y como políticos. Alguien convenció a Paola de que ya estaba a la altura de cualquier posición o requerimiento. Ojalá alguno de sus amigos le haga saber que le mintieron.

En la mencionada conferencia, Oscar Valdez demostró que le entiende y sabe cuál debe ser la ruta para alcanzar el éxito. Esa ruta, lo dijo él mismo, es sumando, es reconociendo, es moverse hacia quienes tienen las condiciones para ser complementos y compañeros de una campaña exitosa y que dé el resultado deseado. En este momento, además de los que ya están en el Frente, es el Partido Sinaloense.

De cara a la dirigencia de su instituto político, Oscar Valdez no titubeó para mostrar que la experiencia le ha dado los elementos para pisar firme. Declaró que, de no ser candidato por el PRI, por el Frente sería el caso, a la Presidencia Municipal de Culiacán, no dudaría en buscarla por el PAS, si no se llega a la alianza entre las partes.

Para algunos priistas agazapados, que no se atreven ni a alzar la mano ni a levantar la cabeza, parece motivo de risa, pero, los límites no los debe seguir imponiendo una lideresa que se empeña en no avanzar, y quienes quieren que sí suceda deben tomar riesgos, decir lo que piensan y dejar el anonimato.

Valdez también manifestó que su campaña sería en tierra, sin ínfulas de “gran político profesional”, utilizando el conocimiento de la experiencia de saber ganar elecciones, algo que la dirigente del tricolor desconoce.

La declaración de Oscar Valdez, los elementos aportados sobre lo que representan el PAS y la figura de Héctor Melesio Cuén, así como de su aspiración; deberían hacer que cualquiera en la posición de Paola Gárate pensara seriamente en cambiar su actitud, hacia los militantes, simpatizantes y sus candidatos, que, como Oscar Valdez, no se sienten atados sino libres de perseguir sus objetivos, sin límites de siglas.

Si la Presidente del PRI decide mejorar la forma como es percibida, también debería de pensar en deshacerse de algunos lastres que le acompañan y solo la hacen quedar mal. Eso creo yo.