En los últimos meses, hemos sido testigos de una estrategia recurrente en el partido Morena: la filtración de listas con el objetivo de medir la lealtad y fidelidad de sus seguidores. Esta táctica, que según algunos políticos ha sido utilizada desde hace tiempo, consiste en hacer que sus aliados peleen entre sí para identificar a aquellos que son considerados “mitoteros”, “ambiciosos”, “mentirosos” o “mala leche”.

Sin embargo, esta estrategia parece no haber funcionado como esperaban. En primer lugar, la filtración de una lista de posibles miembros que se unirían a Morena fue rápidamente desmentida por los propios involucrados y por el partido. Además, esta filtración generó malestar y enojo entre los seguidores de Morena, lo que resultó en un primer fiasco para el partido.

Recientemente, se filtró otra lista que mencionaba los municipios que serían asignados a mujeres, lo cual generó un revuelo en Morena debido a los asuntos de paridad de género. Sin embargo, esta filtración levantó sospechas debido a que la imagen mostraba claramente que era una captura de pantalla de una computadora, lo que sugiere que alguien se sintió ofendido por su contenido y decidió filtrarla.

La lista mencionaba los municipios de Sinaloa y las candidaturas a alcaldías para el proceso electoral de 2024. En ella, se asignaban municipios prioritarios y se mencionaba si el candidato sería hombre o mujer. Esto generó controversia, especialmente en los casos de Ahome y Mazatlán, donde se esperaba que los candidatos fueran hombres y mujeres respectivamente, pero la lista mostraba lo contrario. Estas asignaciones rápidamente generaron especulaciones y tensiones entre los posibles candidatos y sus equipos.

Es importante destacar que la dirigencia de Morena, representada por Merary Villegas y Meny guerrero, ha dejado claro que estas listas no son definitivas y que el proceso de selección de candidatos aún está en curso. Sin embargo, la filtración de estas listas ha generado descontento entre los seguidores de Morena, quienes ven en ellas una traición y una falta de transparencia.

En conclusión, la estrategia de filtrar listas para medir la lealtad y fidelidad de los seguidores de Morena parece haber generado más problemas que beneficios. Estas filtraciones han generado malestar y enojo entre los seguidores del partido, quienes se sienten traicionados y decepcionados. Es necesario que Morena reflexione sobre estas tácticas y busque formas más transparentes y democráticas de seleccionar a sus candidatos.