La propina es una gratificación voluntaria por un servicio recibido, principalmente en actividades que implican una atención directa al consumidor, como restaurantes, bares, servicios turísticos y hoteles.
En México es una costumbre muy arraigada el otorgar una propina por la atención recibida y pudiera parecer que es una obligación, indicó la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) en la revista del consumidor de octubre.
“Si bien, en ningún caso pueden imponerla como consumidor o usuario, ninguna ley regula a cuánto equivaldría si es que se quisiera dar. La propina es voluntaria y no puede incluirse en la cuenta sin su consentimiento”, explicó.
¿Qué dice la ley al respecto?
La Ley Federal de Protección al Consumidor, en el artículo 10, establece que: “los proveedores no podrán aplicar métodos o prácticas comerciales coercitivas y desleales, ni cláusulas o condiciones abusivas o impuestas en el abastecimiento de productos o servicios”.
Es decir, la propina es totalmente voluntaria, y no se puede incluir en la cuenta de algún servicio, ni obligar al usuario a pagarla.
“Siempre revisa tu cuenta, y si notas un cargo que no reconoces, pregunta de qué se trata. Realizar un cargo sin tu autorización, es una práctica comercial abusiva”, señaló la Profeco.