Durante la madrugada de hoy, dos días antes del Quinto Informe de Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien desea estrenar el Tren Maya el viernes, se realizaron las primeras pruebas de un tren entre Campeche y Yucatán.
Una unidad de cuatro vagones que llegó en julio a Cancún, Quintana Roo, fue captada en su paso por Yucatán con las luces encendidas y avanzando lentamente ante algunos trabajadores.
El 10 de julio, López Obrador informó que deseaba subirse por primera vez el 1 de septiembre en Campeche para recorrer a Mérida, Yucatán, y al otro día de Mérida a Cancún, Quintana Roo, a la mega obra de mil 554 kilómetros y cotizada -originalmente- en 140 mil millones de pesos.
“Ese día, terminando el informe, nos vamos a subir al tren, no para inaugurarlo, nos vamos a subir en la estación de Campeche, porque coincide que es viernes, es el fin de semana de la supervisión que hago cada 15 días (..) En diciembre la inauguración, pero en septiembre vamos a hacer esa supervisión”, dijo entonces.
El Presidente dijo que recorrerá de Campeche a Cancún a bordo del Tren, uno de los tramos más avanzados, y hace una semana precisó que hará el recorrido sólo con Carlos Slim, dueño de Grupo Carso, una de las constructoras de la obra, y los gobernadores de Campeche, Layda Sansores; de Yucatán, Mauricio Vila, y de Quintana Roo, Mara Lezama.
Otros directivos también asistirán al recorrido serán los de la empresa INDI e ICA, quienes junto con Carso, participan en la construcción del aeropuerto cancelado por López Obrador en Texcoco.
El 8 de julio, el Presidente acudió a Cancún para dar el “banderazo de salida” de las primeras “pruebas estáticas” y recorrer el primer vagón.
La empresa francesa de trenes, Alstom informó en julio que para diciembre, cuando López Obrador planea inaugurar la obra, habrá entregado apenas 13 de los 42 trenes.
A pesar de la insistencia de López Obrador por inaugurar toda la ruta del Tren en diciembre, trabajadores y activistas que han denunciado la destrucción ambiental y arqueológica por la obra consideran que es imposible, pues, por ejemplo en el Tramo 5, de Cancún a Tulum, se encuentra muy atrasado, debido a que en tres ocasiones se modificó la ruta hasta meterla a la selva, y todavía se intentan meter pilotes en el suelo poroso, con cenotes y ríos subterráneos.
“La costumbre de este gobierno es inaugurar cosas sin terminar”, dijo Pedro Uc, un activista de la Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch ́ Xíinbal.
“Nosotros calculamos al menos un año más de trabajo aquí”, dijo un obrero en Balancán, Tabasco.
Información: Reforma. // Vía: Plano Informativo.