Hoy, apenas me empiezo a dar cuenta de lo traviesa, inquieta y aventurera que fue mi infancia.

Se fue la etapa infantil de mi vida en un viaje improvisado del cual nadie tuvo la bondad de avisarme.

Pero comprendo hoy, que un día cualquiera, abordó mi niñez el autobús de la vida, cuya ruta contemplaba paradas en diversas estaciones, como han sido la adolescencia, la juventud y la etapa adulta en que hoy.

Y repentina e inesperadamente, desde el espacio en que hoy me encuentro, en algún rincón del universo debe estar estacionado el mismo transporte que me habrá de conducir un día al destino final del viaje.

Realidad y nostalgia pura que impacta mi mente, y me instala en aquella lejana etapa que hoy precisamente revivo tras observar y atestiguar a través de los distintos medios de comunicación los diversos eventos de inicio de un nuevo periodo escolar…Episodios que muchas veces viví con inusitada emoción,

Emoción pura, que hoy revivo cuando vuelvo a escuchar la algarabía que ocasionan los gritos y llantos de esos pequeños seres que hoy pisan sus escuelas, y asoman a la vida iniciando su contacto con la sociedad que conforma el mundo que los rodea.

Son ajenos esos pequeños seres humanos de los retos, sabores y sinsabores, éxitos y fracasos que la vida nos depara desde el momento en que llegamos a este plano terrenal.

Como ajenos son a la enorme polémica que se ha desatado con el inicio de este nuevo ciclo escolar, tras la edición de los nuevos libros de texto.

Nada saben las y los infantes, pese a ser los protagonistas principales del nuevo modelo educativo, denominado LA NUEVA ESCUELA MEXICANA que impulsa el gobierno de la Cuarta Transformación y encabeza el Presidente de los mexicanos Andrés Manuel López Obrador.

Nuestras niñas y niños ignoran la razón de la gran discusión nacional que se ha generado, porque nada saben de doctrinas ideológicas como el llamado socialismo y comunismo.

Están igualmente desentendidos nuestros infantes, de los temas de sexualidad, de la diversidad de género, la función e importancia de los órganos reproductores de las personas, y del lenguaje inclusivo.

Temas estos, que representan la gran discusión nacional por considerarlos inadecuados para la edad temprana de los alumnos, principalmente de pre- escolar y educación primaria.

Las alumnas y alumnos, pese a ser el eje central de la discusión, poco o nada saben de la polarización política y social que el nuevo modelo de su educación está generando en México.

Nadie les ha dicho a los nuevos educandos, y si les dicen, por su edad no entenderían, que a nivel nacional el modelo de la NUEVA ESCUELA MEXICANA generó el nacimiento de una asociación civil de resistencia llamada UNION NACIONAL DE PADRES DE FAMILIA, cuya lucha se centra en eliminar los contenidos de los libros de texto que la Secretaria de Educación Pública les ha llevado hasta sus Escuelas.

Por su inocencia propia de su edad, los nuevos estudiantes desconocen también, que un Juez Federal concedió amparo definitivo a los gobiernos de Chihuahua y Coahuila para que los libros de texto no lleguen a las aulas escolares de esas entidades.

En términos generales podríamos decir que son muchas las cosas que, las, y los niños desconocen respecto a tan grave y delicada controversia, sin embargo, la gravedad del asunto es que entre los adultos no pareciera haber coincidencias y tampoco un punto de equilibrio y de buen entendimiento.

Las partes parecen estar cerradas en torno a sus respectivas ideas, y en esa encerrona de conciencias, la educación pudiera estancarse, dejando a los profesores, indecisos, respecto a seguir los cauces pedagógicos dictados por la SEP, o acceder a las presiones de los padres de familia opuestos al nuevo modelo, siguiendo los planes educativos ortodoxos y convencionales.

Sin conceder razón a ninguna de las partes en conflicto, solo calificaría yo, como grave que la educación y formación humana de nuestra niñez, se vea salpicada y llevada a un maremágnum provocado por ideologías políticas evidentemente encontradas, así como por posturas radicales de grupos religiosos, moralistas y conservadores.

Creo, que estas grandes disputas nunca habían ocurrido, y si se suscitaron altercados de estas magnitudes, las niñas y los niños de mi época, al igual que los de hoy, evidentemente también los ignoramos.

Por ello, es que esta columna la inicio con una pizca de nostalgia y una breve semblanza de aquella mi lejana edad infantil, vivida en la Escuela primaria Miguel Hidalgo de mi querido y siempre añorado pueblito de Capomos Angostura.

Hoy solo me queda de aquellos años, el recuerdo y la emoción que sentía al abrazar los nuevos libros de texto, cuyas páginas desprendían el aroma nunca olvidado de los implementos químicos utilizados para su elaboración e impresión…. Así es la vida…Nos veremos enseguidita.