Similitudes, indudablemente las hay…Es cuestión de analizar las cosas con ojo clínico para llegar a la conclusión de que, en efecto, mucha es la similitud entre unos y otros acontecimientos

La realidad, es que la diferencia que encuentro entre lo que se pudo observar en LA CASA DE LOS FAMOSOS, y lo que ocurre en las casas políticas de quienes aspiran a las candidaturas por la Presidencia de México, es mínima.

Y es que las coincidencias, que en mi caso particular encuentro entre ambos, son muchas y muy evidentes.

Por un lado, los protagonistas del exitoso Realete Show organizado y difundido por Televisa, no buscaban otra cosa que no fuera empoderar sus imágenes ante los mexicanos, y alcanzar el reconocimiento ciudadano para que su voto los llevara a alcanzar sus objetivos trazados.

En el caso de los protagonistas del espectro político, se han dedicado igualmente a recorrer el País en busca de lo mismo que los personajes de LA CASA DE LOS FAMOSOS.

Es decir, que nuestros gloriosos políticos buscan ser conocidos por la población mexicana, en aras de lograr la indispensable fama pública, que les permita el acceso al voto ciudadano, que en su caso los pueda llevar a la conquista de la meta trazada.

Otras similitudes que se pueden encontrar entre los dos espacios en mención, (espectáculo y político) se refieren a las falsas promesas y juramentos de solidaridad y amistad que se profesan.

Y por supuesto, debo referir las estrategias que los protagonistas de Televisa pusieron, y los presidenciables despliegan para granjearse el afecto y confianza, no solo de la población abierta, sino también de sus adversarios internos, de quienes en la palabra se dicen amigos y casi hermanos.

Y como dijera el clásico, aún hay más; Me refiero por supuesto al Show mediático que los protagonistas del mundo político y artístico han ofrecido al gran público nacional.

Los bailes y canticos desentonados, las frases domingueras, las críticas y palabras agresivas de unos hacia otros, aunque, con la consabida y obligada disculpa posterior, así como las palabras altisonantes e impublicables que los actores nos han obsequiado en su pasarela, evidencian la similitud de las dos comedias mexicanas.

Y como colofón diría que, tanto los integrantes de LA CASA DE LOS FAMOSOS, como los surgidos de LAS OFICINAS DE LOS ANSIOSOS, lucharon los primeros, y luchan los segundos, desde una especie de infierno en donde se ha observado que la pelea es del todo por el todo.

El Teame Infierno, como se bautizó a los ganadores del Reality Show, le viene también al dedillo a los guerreros y guerreras de la política nacional.

Y es que los escenarios de las dos luchas, libradas ambas por la fama, el poder y el dinero, convirtieron sus afanes protagónicos en una especie de verdadero infierno, en cuya calentura, sin duda alguna el diablo tiene metida la cola.

Finalmente, habría que estar muy al pendiente para ver si los hoy famosos diablos del espectáculo, no pegan el salto hacia el infierno del teame político.

Y es que los millones de votos conquistados por los actores del reality de los famosos, representan indudablemente un atractivo nada despreciable para los Partidos políticos de ambos bloques de lucha.

Y es eso precisamente, lo que me hace pensar en lo que sería el salto de los Diablos de un infierno a otro.

Los 18 Millones de votos que logro la Wendy Guevara, ni los 8 millones conquistados por “Poncho” Denigris, y los de Sergio Mayer, sin menosprecio de la popularidad de Emilio Osorio, sin duda han atraído las inquietas miradas de los dirigentes partidistas, los que, es muy probable, los traigan ya en su lupa.

Al fin y al cabo que la política, convertida de hecho en una especie de espectáculo, es algo que resulta ser muy del agrado del grueso de nuestro querido pueblo Mexicano.

Que siga entonces el Show, que esto apenas empieza… Nos vemos enseguidita.