El Partido Verde Ecologista de México ha logrado consolidarse como una fuerza política relevante en el país, gracias a su capacidad para establecer alianzas con otros partidos y su eficiente estrategia de comunicación. Desde que recuperó su registro en 1993, esta institución ha participado de manera constante en las elecciones, lo que le ha permitido ganar cada vez más electores a lo largo del tiempo.

Otra fortaleza del partido, es su capacidad para establecer alianzas estratégicas. A lo largo de su historia, el Partido Verde ha formado coaliciones con otros partidos, lo que le ha permitido ampliar su base de apoyo y aumentar su presencia en el Congreso. Por ejemplo, en las elecciones de 2012, el partido se alió con el PRI, lo que le permitió obtener un mayor porcentaje de votos. Esta estrategia de alianzas ha sido clave para el crecimiento del partido, ya que le ha permitido llegar a acuerdos y negociaciones que le benefician en términos electorales.

Sin embargo, el partido también ha sido objeto de críticas y cuestionamientos. Se le acusa de ser un partido parasitario que se alía o se vende al mejor postor. En el pasado, ha sido aliado del PRI y actualmente se ha aliado con Morena. Esto ha generado desconfianza en la sociedad, ya que se percibe que el partido no tiene una ideología clara y que está dispuesto a cambiar de aliados según sus intereses. Esta falta de coherencia ideológica ha llevado a que muchos ciudadanos no confíen en el partido y lo vean como una opción poco confiable.

Además, se le critica por convertir al partido en una empresa familiar, donde el poder se transmite de generación en generación. Esto ha generado un sentimiento de descontento entre la población, ya que se percibe que el partido no está interesado en renovarse y abrir espacios a nuevas voces y liderazgos. Esta falta de renovación y apertura ha llevado a que muchos ciudadanos vean al Partido Verde como una opción política obsoleta y poco representativa de la diversidad de la sociedad mexicana.

En el ámbito local, el Partido Verde Ecologista de México en Sinaloa ha enfrentado problemas internos y divisiones. Aunque José Santos Aispuro tomó las riendas del partido con un mensaje de no alianza con Morena, surgieron conflictos con el grupo Quirinista liderado por Ricardo Madrid. Este grupo intentó apoderarse del partido, pero el rumor de que Chompiras o Lupillo Rivera se quedaría con el partido por órdenes del embajador y el diputado Madrid no se concretó. Estos problemas internos han debilitado al partido en el ámbito local y han generado divisiones que dificultan su consolidación como una fuerza política sólida.

Mientras el diputado del Partido Verde con piel de el PRI, Ricardo, y su colaborador Chompiras, actúan bajo las órdenes de Quirino, debilitando al partido, el Pepín (José Santos Aispuro) demuestra su valentía al no permitir que estos oportunistas se apoderen del partido, lo cual fortalece al partido. Esto es algo que se debe reconocer al empresario de la pintura.

En conclusión, el Partido Verde Ecologista de México tiene fortalezas en su compromiso con la defensa del medio ambiente y su capacidad para establecer alianzas estratégicas y ganar apoyo electoral. Sin embargo, también enfrenta debilidades en su falta de una ideología clara, la percepción de ser un partido parásito y la existencia de problemas internos y divisiones. El futuro del partido dependerá de su capacidad para superar estas debilidades y mantener su compromiso con la defensa del medio ambiente y las generaciones futuras. Todo esto según yo