No es extraño, aunque sí lamentable, decir que la actual Legislatura es la peor que nos ha tocado ver, aunque cada 3 años decimos lo mismo, porque la que va llegando nos da elementos para ello.

No se puede negar la capacidad de amordazar conciencias del Presidente de la JUCOPO, Feliciano Castro Melendrez, sin embargo, espero que sus 33 seguidores conserven, aunque en secreto, cuando menos algo de su personalidad.
Reconozco que es mucho pedir que nuestros diputados tengan conciencia y sentido común, pero, en ocasiones, dan destellos de esperanza, en especial los pocos, muy pocos, que se atreven a murmurar contra el dueño del Congreso sinaloense.
He imaginado que, de forma «sobrenatural», las condiciones cambian en esta legislatura y el «jefe» entiende que los periodistas no existen para alabarlo, sino para informar y, como parte de la labor, cuestionar el decir y el hacer de quienes ostentan los distintos puestos de la administración pública, incluidos los de elección popular, aunque hayan llegado de panzazo.
Solamente me referiré a dos asuntos que tienen que ver con el análisis de lo que sucede a causa de las pifias de mi querido Diputado representante del décimo tercer Distrito Local; si no existiera esa actitud dictatorial no le achacaríamos nada de esto, cuando menos no en estas proporciones, pero, cuando se marca el territorio como propio, se hace lo que esa persona manda, ordena o le da la gana, o no se hace nada; cuando el ego ha llegado a esos extremos, solo queda hacerlo responsable de todas las consecuencias.
Además de quedar demostrado que ya se le acabó el rollo, o cuando menos ya no se lo cree nadie; a nuestro estimado descendiente de Chabelo y Mumm-Ra (el inmortal), se le nota la molestia cuando su perorata es puesta en tela de duda.
Estamos enterados que aspira a la alabanza permanente, a que se le nombre en cada encabezado, seguido del gran logro del momento, aunque sean resultados “basura”, por utilizar sus propios términos.
Ahora ha tomado pose de diva y, o no contesta o lo hace de manera despectiva.
Cuando 6 reporteros le hacemos la misma pregunta, cada vez de manera más enfática ¿No le cae el veinte de que no está contestando, de que su respuesta es inaceptable por hueca?
Y que no lo tome personal, que es otro de sus errores. Lo que haga en su vida privada queda fuera de cuestionamiento, pero que se quiera burlar de la prensa con rollos mareadores que no dan claridad a lo que se pretende responder, es pasarse de chistoso.
Los 3 años se terminarán, tal vez le vaya bien en los siguientes 3 o 6, pero nosotros seguiremos muchos más, y veremos pasar a otros tantos, como ya lo hemos hecho.
Ahora que los conflictos se han agudizado, particularmente en temas que esta 64 Legislatura ha querido imponer, llego a la conclusión de que es una muestra más de la incapacidad de quien maneja los hilos en nuestra cámara local de diputados.
Si sus acciones legales estuvieran tan bien planteadas, tan correctamente soportadas, tan bien hechas pues ¿Habría necesidad de tanta acción adicional? ¿No sería suficiente con esperar la resolución de la corte? ¿No que les dará la razón de manera ineludible?
¿Por qué es necesario que el Gobernador se declare enemigo de los trabajadores universitarios en activo? ¿Por qué hay que generar campañas de desprestigio y acusaciones a diestra y siniestra? ¿Por qué hay que levantar falsos, pedir la cabeza de los periodistas, columnistas o analistas incómodos, si sus acciones están tan bien fundamentadas?
Lo que todo eso demuestra es su ignorancia, arrogancia e ineptitud.
Si les incomoda que se les cuestione, demuestren su capacidad de diálogo, argumenten de manera convincente y no manden a sus achichincles a pedir cabezas ¿O no están enterados de que eso hacen sus lacayos? De ser así, peor están y nos quedamos cortos en la crítica. Eso creo yo.