Es indudable; La envidia, el odio, el rencor, la avaricia y la ambición desmedida por el poder, están cobrando fuerza y presencia en el ámbito político nacional.
Los hechos que a diario ocurren en ese entorno, así nos lo exponen; Negarlo seria, tarea inútil.
Y es que la realidad es cruda y lacerante; Estamos inmersos en una lucha política de todos contra todos.
Hoy, por desgracia, esa lucha pareciera haber convertido a quienes antes fueran solo adversarios eventuales, en enemigos reales.
La disputa por el poder, no ofrece desde luego pauta, y tampoco el derecho de exclusividad para ningún Partido político.
En esa confrontación, más de injurias que de ideas o planteamientos, la clase política nacional, se mueve en dos vertientes evidentes y visibles.
Por un lado, se ubican los que operan en su pretensión de conservar el poder, y desde otro flanco, los contras trabajan en su intención de arrebatarlo de sus manos.
Los primeros, hacen y harán uso de las poderosas armas y herramientas políticas que le otorga el poder presidencial.
Los segundos, conscientes de la desventaja que representa el luchar contra toda la estructura oficial de la nación, deciden reagruparse en un solo bloque de lucha, para desde esa trinchera tratar de vencer al poderoso rival.
Ante esa realidad, los agravios y discrepancias están cobrando fuerza en el ánimo de uno y otro bando y se irán manifestando con mayor fuerza conforme nos vayamos acercando al año 2024.
Por lo pronto, PRI, PAN, PRD han acordado olvidar sus grandes e históricas fobias, optando hoy por unificar sus respectivas fuerzas.
La idea central, es dar la pelea al Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador y MORENA su Partido para arrebatarle el consabido poder presidencial.
Obvio es, que desde el naciente 2023, las estrategias de la lucha opositora se empezarán a sentir con mayor intensidad.
Sus objetivos hasta hoy, han sido son claros; Pegar en la imagen social y política de los tres personajes centrales de AMLOISMO.
Claudia Sheinmbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López, las tres figuras que han sido enviadas de manera anticipada a la arena política nacional del Regeneración Nacional.
De Claudia, su talón de Aquiles están siendo los recurrentes accidentes viales del Metro, la principal línea de transporte público de la capital mexicana.
Alegan sus detractores que si la jefa de gobierno de la ciudad capital no ha podido administrar debidamente esa responsabilidad, mucho menos podrá dirigir de manera eficiente los destinos del todo el País.
Son, desde cualquier óptica, señalamientos contundentes de la oposición hacia la figura favorita de AMLO para la candidatura presidencial.
De Marcelo, la otra corcholata del Presidente, se dice desde las trincheras opositoras, que difícilmente podría transitar hacia la candidatura presidencial, por su inclinación y aparente complicidad con el gobierno de los Estados Unidos.
Se dice que la apuesta del canciller mexicano para la candidatura, la basa más en el apoyo que pudieran darle los gringos, que en la simpatía del presidente mexicano, y ello, desde luego genera disgusto y desconfianza de AMLO para con este alfil.
Incluso, se dice que para la captura de Ovidio Guzmán ocurrida recientemente en Culiacán, participaron fuerzas especiales de los Estados Unidos en coordinación con altas autoridades de la SEMAR, y uno de los pocos que estuvo enterado del operativo fue Marcelo Ebrard.
El Presidente López Obrador, dijo incluso que ni él mismo estuvo enterado de esa acción federal para capturar al hijo de El Chapo Guzmán.
Cierta o falsa la declaración del Presidente, lo cierto es que ello sirvió para que desde la oposición se especulara respecto al presunto y discreto vínculo que Marcelo ha creado con el gobierno vecino.
Aquí la pregunta se hace necesaria: ¿Le abona a las aspiraciones de Marcelo Ebrard el apoyo del Presidente Estadounidense Joe Biden, o por el contrario, le podría restar posibilidades, ante un posible desacuerdo de AMLO con esa relación?…Es pregunta.
Sobre Adán Augusto, recaen señalamientos respecto a los éxitos y fracasos que han arrojado las negociaciones con los miembros del bloque opositor y líderes de las bancadas en los poderes legislativos.
Se dice, que la aprobación de la permanencia de la guardia Nacional hasta el año 2028 en el combate a la inseguridad, es un bono político a favor del Secretario de gobernación.
Pero, el rechazo legislativo que sufrió primero la reforma eléctrica y después la reforma electoral que inicialmente había enviado el Presidente al Congreso federal, apuntan en contra de su efectividad política.
Son algunas fallas y aciertos que se les adjudican a las tres corcholatas y que son aprovechadas por la oposición para desgastar su valor político ante los mexicanos.
Sin embargo, creo que la estrategia de golpearle sus fichas a López Obrador, pudieran no ser un acierto de la oposición en su objetivo de ganar las elecciones del 2024.
¿Por qué?… Por la razón de que la fuerza política del gobierno de la cuarta transformación, descansa, única y exclusivamente en un solo hombre; Andrés Manuel López Obrador.
Pienso de tal forma, que si la oposición quiere operar de manera efectiva su proyecto de Nación, no sería atacando a las corcholatas, y tampoco al líder nacional de MORENA, ni los Senadores, Diputados o gobernadores del partido gobernante.
El bloque “Vamos por México” debe entender que para competir con decoro en la lucha por la Presidencia de México, los golpes tendrían que ser enfocados a menguar la figura de Andrés Manuel López Obrador, si no es así, nada tienen que hacer.
Si así lo llegan a entender, nada extraño será ver en los meses por venir un despliegue de ataques a todo tipo de discursos, mensajes, proyecciones y acciones del mandatario mexicano.
Por la fuerza de su liderazgo, AMLO ha sido, será, y seguirá siendo el blanco predilecto de la oposición en los próximos meses y así lo estamos viendo ya.
En estos momentos lo acusan de la supuesta defensa que el mandatario ha desplegado de la Ministra Yazmín Esquivel, quien acaba de ser declarada culpable haber plagiado su tesis profesional.
La oposición culpa al Presidente de estar protegiendo a su amiga para que no se le retire el título de Licenciada por la facultad de la UNAM y por ende, conserve su cargo de Magistrada en el STJN, donde se dice, requiere de su apoyo.
Insisto, pese a la contundencia de las acusaciones, todo parece ser parte de la lucha política anticipada hacia la próxima elección presidencial.
Las de hoy, creo, serán cosas menores de las muchas que se verán en la cruenta lucha electoral que se avecina, por el codiciado poder… Así parece ser…Nos veremos enseguidita.