Unos 189 millones de personas se ven afectadas cada año por clima extremo en los países en desarrollo, según advirtió este lunes la organización humanitaria Oxfam Internacional.
Esa situación se produce desde 1991, año en que se propuso por primera vez crear un mecanismo para responder a los costes de los efectos del cambio climático en los países de ingresos bajos, según un informe publicado por la ONG, con sede en Nairobi.
El estudio, titulado “El coste del retraso“, está elaborado por Loss and Damage Collaboration, un grupo de más de 100 investigadores, activistas y responsables de políticas procedentes de todo el mundo, entre los que se encuentra Oxfam.
Desde 1991, subraya, el 79 por ciento de las muertes provocadas por los fenómenos meteorológicos extremos se han producido en los países en desarrollo, donde se encuentra el 97 por ciento del total de personas afectadas
El análisis muestra, asimismo, que el número de fenómenos meteorológicos extremos y hechos relacionados con el clima se ha más que duplicado en este periodo, y las personas fallecidas ascienden a 676 mil.
El informe destaca cómo los países ricos han ido posponiendo repetidamente los esfuerzos para proporcionar a los países en desarrollo financiación específica con la que afrontar los costes de una crisis climática de la que no son responsables.
Las pérdidas económicas causadas por el cambio climático que han sufrido 55 de los países más vulnerables en los primeros veinte años de este siglo se cifran en 500 mil millones de dólares, mientras los beneficios de los combustibles fósiles se han disparado, dejando que las comunidades más pobres del mundo “paguen la cuenta”, indica.
El informe revela también que con los beneficios del sector de los combustibles fósiles entre 2000 y 2019 se podría cubrir sesenta veces el coste de las pérdidas provocadas por la crisis climática en 55 de los países más vulnerables.
La financiación para las “pérdidas y daños” —expresión para referirse a los catastróficos efectos del cambio climático que no evitan la mitigación y adaptación— será un tema central en la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático (COP27) que se celebrará en Egipto el próximo mes.
“La COP27 comienza en solo dos semanas y se debe pactar la financiación para responder a las pérdidas y daños”, afirmó Lindsay Walsh, asesora de políticas en materia de clima de Oxfam y coautora del informe.
África, por ejemplo, produce menos del 4 por ciento de las emisiones totales de gases de efecto invernadero y, según el Banco Africano de Desarrollo, pierde entre el 5 por ciento y 15 por ciento de crecimiento del producto interior bruto (PIB) per cápita por el cambio climático.
“Es una injusticia que los países contaminadores, que son desproporcionadamente responsables del aumento de los efectos climáticos devastadores, sigan cosechando megabeneficios, mientras dejan que los países vulnerables al cambio climático paguen la cuenta de sus repercusiones”, agregó Walsh.